El ex seleccionador Karel Brückner es el entrenador de la década
Karel Brückner es indiscutiblemente el mejor entrenador del fútbol checo de los últimos diez años. Una encuesta realizada entre los técnicos del país no deja lugar a dudas de quien, desde el banquillo, ha marcado toda la década.
En su natal Olomouc, Karel Brückner recibió el galardón y la cerrada ovación de una sala en pie, que le reconoce como el mejor entrenador checo de la década. Y no ha sido por poco. De los 69 miembros de la Unión de Entrenadores Checos de Fútbol que votaron, 58 eligieron a Brückner como el mejor.
Con gesto mucho más relajado y sonriente que sobre los terrenos de juego de los que se retiró el año pasado, el veterano técnico agradeció un reconocimiento, que para él tiene un valor muy especial, como explicó.“Uno ha estado ya en muchos actos de este tipo, e incluso trata de evitarlos, pero este galardón es distinto, te llega dentro. Además es que me han elegido mis propios colegas, por lo que su significado es aún mayor”.
Brückner fue seleccionador nacional durante un periodo inusualmente largo, desde 2001 hasta 2008. Llevó al equipo a las tres grandes citas a las que optó durante su gestión, empezando por la Eurocopa de Portugal en 2004, en la que consiguió el bronce, aunque son muchos los que consideran que aquel equipo debía haber llegado más alto. Pero un gol griego en el descuento de la semifinal acabó con un sueño que parecía posible.
La participación más discreta en el mundial de Alemania en 2006 y la Eurocopa de Austria y Suiza en 2008, donde el combinado no pasó de la fase de grupos en sendas ocasiones, no lograron empañar sin embargo la buena imagen del seleccionador. Tras ese último europeo, Brückner dejó la selección tal y como había anunciado. Poco después se convertía por escasos meses en entrenador de la débil Austria, antes de anunciar su retirada.Pero Brückner no dejó su profunda huella solamente en la selección checa. Dirigió al equipo de su vida, el Sigma de Olomouc, en cinco etapas distintas y en su día fue incluso jugador. Con él en el banquillo, esta escuadra que aún no sabe lo que es ganar un título, subió a la primera división checoslovaca en 1984, alcanzó los cuartos de final de la Copa de la UEFA en la temporada 1991/92, en los que se enfrentó al Real Madrid, y consiguió un subcampeonato de liga y dos terceras posiciones.
Es precisamente en Olomouc donde la selección checa inicia este martes su andadura hacia la Eurocopa de 2012, y donde Brückner nació, de donde nunca se ha separado, y donde espera que el equipo que tan bien conoce demuestre su superioridad ante Lituania.