El estanque Rozmberk del siglo 16 salvó vidas durante las inundaciones
En esta edición les hablaremos de los estanques históricos de Bohemia. A los del Bohemia del Sur se debe, según los especialistas, que los estragos causados por las recientes inundaciones no hayan sido todavía de mayor envergadura.
Según Martin Hule, estudioso de los estanques de Bohemia del Sur, durante las recientes catastróficas inundaciones el estanque Rozmberk de esa región ya por segunda vez en la historia salvó a la capital checa del arrasamiento por las riadas.
La enorme capacidad de retención del estanque Rozmberk, construido a finales del siglo 16, se manifestó en 1890 cuando impidió que las aguas de Bohemia del Sur engrosasen aún más el ya de por sí espantoso caudal del Vltava y éste arrasase el casco histórico de Praga. En aquel entonces Rozmberk retuvo 60 millones de metros cúbicos de agua.Durante las catastróficas inundaciones de este año, el estanque Rozmberk aumentó diez veces el volúmen de sus aguas represadas, reteniendo 70 millones de metros cúbicos de agua. Su dique construído en el siglo 16 según el proyecto de Jakub Krcín, aguantó. Los especialistas opinan que al sistema de estanques históricos, construídos en Bohemia del Sur por Jakub Krcín se debe que las pérdidas de vidas humanas y daños materiales no hayan sido aún mayores.
La construcción de estanques en el Reino Checo tiene una larga historia...
Los primeros estanques aparecieron en el Reino Checo en el siglo 13. Cumplían varias funciones: la de retener el agua y proteger ante las inundaciones, la de proporcionar energía hidráulica a los molinos y martillos en las forjas y la de depositar agua para la extinción de incendios. Suministraban también el pescado consumido en los días en que la Iglesia prohibía comer carne.La construcción de estanques conoció su coyuntura en los siglos 15 y 16. Ésta se debía al hecho de que la nobleza, buscando nuevas fuentes de ingresos, comprendió que las relativamente altas inversiones en la piscicultura practicada en los estanques eran muy ventajosas por su rápido retorno. Un estanque grande rendía como una finca.
En la Edad de Oro de los estanques, a finales del siglo 16, en Bohemia había 78 mil estanques que ocupaban una superficie de 1200 kilómetros cuadrados. El Reino Checo era una potencia en la piscicultura y la carpa checa era uno de los renglones más importantes de las exportaciones.
Los constructores de estanques disponían tan sólo de herramientas rudimentares, como el plomo, el nivel de agua y la visera. Aún así descubrieron unas reglas de oro para la construcción de los diques a la que prestaban una extraordinaria atención. Por intuición dedujeron- y los cálculos matemáticos de las centurias posteriores lo confirmaron- que para romperse el dique bastaba que el agua lo desbordase en un solo punto.Construir un dique era una ciencia y también una enorme fatiga. Por ejemplo, en la construcción del dique del estanque Rozmberk trabajaban 16 horas diarias 800 obreros especializados y más 700 labradores de los pueblos vecinos acarreaban el material de construcción y ejecutaban los trabajos auxiliares.
Un pionero en la construcción de estanques fue el noble Vilém de Pernstejn, de origen moravo, quien a finales del siglo 15 y principios del 16, edificó en la comarca de Pardubice, en Bohemia Oriental, el primer imponente sistema de estanques. En tres décadas se construyeron en el feudo del noble unas 400 obras hidráulicas, de ellas 265 estanques alimentados por una red de canales de 30 kilómetros de extensión.
En el feudo de los nobles Rozmberk, en Bohemia del Sur, se dedicaba por la misma época a la construcción de estanques Josef Stepánek de Netolice. Entre 1505 y 1538 construyó un sistema de estanques en torno a la ciudad de Trebon. Sus estanques son rasos, tal como le gusta a la carpa.Para alimentarlos con agua, Josef Stepánek de Netolice proyectó y construyó entre 1506 y 1520 el llamado Canal de Oro que parte del río Luznice y desagua en él después de 47 kilómetros. El Canal de Oro servía para desaguar los pantanos en la ribera del Luznice y como aliviadero de las crecidas primaverales y otoñales.
El padre espiritual de los constructores de estanques puede ser considerado el contemporáneo de Stepánek, Jan Skála Dubravius. Este teólogo, futuro obispo de Olomouc, escribió en 1547 en latín el Libro sobre los estanques. Toda Europa apreció la obra que hasta hoy en día no ha perdido validez.
Durante las recientes inundaciones los especialistas no se cansaban de elogiar el nivel técnico y la solidez del sistema de estanques en la comarca de Trebon, en Bohemia del Sur, construidos a finales del siglo 16 por Jakub Krcín. La resistencia a las enfurecidas aguas de la magna obra de Krcín, el estanque de Rozmberk, en los aledaños de Trebon, se inscribirá con letras de oro en la historia de los estanques checos.Jakub Krcín nació en 1534 en una familia de hidalgos empobrecidos. Estudió aritmética y geometría y desde 1569 se desempeñó como regente de todo el dominio del grande checo Vilém de Rozmberk. Un cronista escribió que Jakub Krcín era un hombre hosco y de ceño fruncido que sentía cariño sólo hacia sus estanques. Jakub Krcín bautizó el primer estanque por él construído con el nombre de "Comienzo ". También los estanques siguientes recibieron de Krcín nombres nada corrientes para una obra hidráulica: "Esperanza", "Regocijo", "Hazaña", "Ayuda". En el antiguo suburbio de Trebon Krcín construyó un estanque denominado "Ingratitud", que se llama hoy en día "El Mundo".
Y después Krcín construyó su obra maestra que demostró su extraordinario talento técnico: el estanque Rozmberk, en los aledaños de Trebon, apodado de "el mar de Bohemia del Sur".
Para llevar a cabo su audaz obra, Krcín tuvo que construir el llamado Río Nuevo, un cauce artificial que desviaba las crecidas del río Luznice. En la construcción de Rozmberk, el mayor estanque de Europa Central, trabajaron de 1584 a 1590 los habitantes de decenas de pueblos. Una vez llenado el estanque, sus aguas cubrían 1060 hectáreas. Hoy en día la superficie de Rozmberk es de 700 hectáreas. Su dique mide 2400 metros.
Jakub Krcín construyó Rozmberk también con la finalidad de que el estanque retuviera las riadas de las montañas fronterizas. El estanque construído a finales del siglo 16 cumplió esta misión también durante las recientes inundaciones.
Una parte de la cuenca del río Luznice se extiende en la vecina Austria donde se rompió durante las inundaciones una represa cuyas aguas se sumaron a las de los afluyentes del Luznice. Rozmberk lo aguantó todo, aumentando diez veces el volumen de las aguas represadas. La solidez de su dique es admirable. El director de la empresa Piscicultura, de Trebon, Jan Maleja, opina que Jakub Krcín se merece de los checos de hoy un monumento.