El Ejército podría ayudar ante la inminente marcha masiva de médicos

La República Checa se prepara para la marcha de la cuarta parte de sus médicos. El Gobierno presenta su plan de crisis a tres semanas de que miles de doctores rebelados abandonen sus puestos de trabajo. El Ejército podría participar en la Salud pública para que siga funcionando.

‘Gracias,  Nos Vamos’
El 1 de marzo es el día en que entra en vigor la renuncia masiva de los médicos checos que se adhirieron a la campaña de protesta ‘Gracias, Nos Vamos’. El Gobierno por primera vez reconoció este martes abiertamente que la Sanidad checa se dirige a una crisis sin precedentes y, aunque seguirá reuniéndose con los sindicatos, presentó su plan de actuación ante la falta de casi cuatro mil de sus doctores.

El ministro de Salud, Leoš Heger, pidió que los directores de los hospitales y las regiones presenten sus proyectos de cómo asegurar la atención médica en sus diferentes ámbitos. Heger pidió flexibilidad a todo el personal sanitario para que acudan allá donde sean más necesarios en cada momento.

Ministro de Salud,  Leoš Heger,  y el primer ministro,  Petr Nečas. Foto: ČTK
“Es necesario que los hospitales y los centros de salud se preparen para ser más flexibles que cuando funcionan con normalidad, y que allí donde va a haber problemas para continuar con la atención por la marcha de los médicos, acuda personal sanitario de otras secciones para ayudar”.

Según el plan, las secciones u hospitales enteros que se enfrenten a mayor número de renuncias serían cerrados, trasladando su personal a otros centros para rellenar los huecos. De vital importancia puede ser la aportación que haga el Ejército, que ya se está preparando para participar en la Salud pública, como parte también del plan de emergencia. El ministro de Defensa, Alexander Vondra, expuso la ayuda que el Ejército, puede prestar mientras sea necesario.

Ministro de Defensa,  Alexandr Vondra
“Tenemos dos hospitales militares permanentes en Praga, uno en Brno y otro en Olomouc. También tenemos además un hospital de campaña en Hradec Králové. El personal médico militar, como es obvio, no se ha sumado a las protestas. Otra ayuda que podemos prestar por supuesto es en la logística de los servicios de emergencia, con ambulancias y helicópteros”.

Los hospitales militares empezarán a funcionar a pleno rendimiento, y además de los doctores que ya trabajan en esos centros, otros 230 facultativos del Ejército podrían acudir a dónde fuera necesario. El primer ministro, Petr Nečas, anunció que nuevos hospitales de campaña pueden ser levantados.

Foto: Adam Ciesielski / Stock.XCHNG
Desde hace veinte años los médicos se quejan de sus salarios, que consideran injustamente bajos, y de la cantidad de horas extras que tienen que cubrir. La paciencia se les acabó el año pasado, organizándose con la campaña ‘Gracias, Nos Vamos’. La presión que ejercieron durante meses, no dio el resultado que querían y antes del 1 de enero habían presentado su renuncia 3.800 facultativos.

Si una vez agotado el plazo de preaviso como trabajadores, el 1 de marzo, todos ellos cumplen con su palabra, la crisis sanitaria será grave a pesar del plan con el que quiere reaccionar el Gobierno. Todo apunta a que faltarán sobre todo ginecólogos, anestesistas y neurocirujanos. Los hospitales tendrán que dejar de aceptar pacientes en los casos en que las intervenciones se puedan postergar, y tendrán que funcionar, posiblemente durante dos meses, como si fuera periodo de vacaciones o día festivo.

Ministro de Salud,  Leoš Heger,  el ministro del Interior,  Radek John,  el primer ministro,  Petr Nečas,  y el jefe de la Asociación de Regiones,  Michal Hašek. Foto: ČTK
Los gobernadores de las regiones mostraron su apoyo y comprensión con los doctores insatisfechos, pero les pidieron que no cumplan sus amenazas y continúen en sus puestos de trabajo. Además prometieron aportar una importante suma de dinero para mejorar los salarios de los médicos. El jefe de la Asociación de Regiones, Michal Hašek, opinó que cualquier solución alternativa será siempre más cara que alcanzar un acuerdo.

No tan comprensivo se mostró el presidente de la República Checa, Václav Klaus, que cree que no se debe retroceder más en las negociaciones con los médicos.

Presidente de la República Checa,  Václav Klaus. Foto: Archivo del Gobierno checo
“Yo no hablaría de la marcha de los médicos, sino de la amenaza de marcharse de los médicos, que son cosas muy distintas. El ministro de Salud tiene todo mi apoyo, y creo que ya no se puede ceder más. Deberíamos mostrar todos nuestro aprecio a los médicos que siguen trabajando con normalidad y no amenazan con nada. También quería agradecer la postura de las enfermeras. Son totalmente fundamentales para el funcionamiento de la Salud”.

La opinión pública de hecho no parece estar a estas alturas de la polémica tan a favor de los médicos insatisfechos como lo podían estar hace unos meses. Un sondeo de la empresa GfK Czech concluye que solo un tercio de la población sigue apoyándolos.