El divino bohemio Josef Mysliveček
El compositor checo Josef Václav Mysliveček se convirtió en la segunda mitad del siglo XVIII literalmente en un rey de la ópera italiana. Como para los italianos su apellido resultaba difícil de pronunciar lo llamaron simplemente Il boemo.
No es exagerado decir que la música de Josef Václav Mysliveček es sin duda divina. Los historiadores coinciden en que el apodo “el divino bohemio” se lo dio Jakub Arbes. El escritor checo le dedicó a Mysliveček el romaneto Il divino boemo y así el compositor se convirtió en el divino bohemio también para los checos.
Mysliveček había cosechado en el mundo un extraordinario éxito. Sus óperas fueron puestas en escena en Milán, Roma, Venecia, Bolonia, Parma, Florencia, así como en el teatro musical más renombrado de aquella época, San Carlos de Nápoles. El mayor hito para la trayectoria de Mysliveček fue precisamente la escenificación de su ópera Il Bellerofonte que escribió para el Teatro de San Carlos.
No se sabe cómo había conseguido Mysliveček, entonces no muy conocido, un contrato tan prestigioso para componer una ópera con motivo del cumpleaños del rey español Carlos III, padre del rey Fernando I de Nápoles. El gran triunfo cosechado lo convirtió de una vez en uno de los artistas más destacados tanto en Nápoles como en toda Italia.
No obstante, más tarde la fortuna le dio la espalda. El artista sufrió una herida que dejó su cara deformada, según una de las versiones se debió a la sífilis, otra decía que fue como consecuencia de un accidente grave cuando se volcó un carruaje debido a una posterior infección virulenta en la nariz. Debido a ello dejó de ser un invitado mimado en las cortes reales y perdió sus contratos.
Mysliveček murió en Roma abandonado y rodeado de una pobreza absoluta. Su amigo Wolfgang Amadeus Mozart más tarde escribió: “Mysliveček fue un hombre cuya presencia provocaba un gran respeto en todos los músicos de las cortes reales. ¡Cómo pudimos haber tenido tan poca cautela y dejado a Mysliveček caer en la ruina! ¡Si era tan cercano a nosotros!”
No obstante, regresemos ahora a la época de auge de Mysliveček y escuchemos el tercer acto de su ópera Il Bellerofonte en interpretación de la Orquesta de Cámara de Praga liderada por Celina Lindsey.
