El despilfarro de alimentos preocupa a ministros y organizaciones sin fines de lucro

Foto: Agnés Joyaut

Los ministerios de Agricultura y Finanzas han llegado a un acuerdo con los comerciantes para reducir el despilfarro de los alimentos. Hasta el presente los comerciantes tiraban a la basura gran parte de los productos con caducidad vencida, porque si los regalaban, debían pagar por ellos el impuesto al valor añadido (IVA).

Foto: Eva Odstrčilová
Más de 700 toneladas de productos alimentarios terminan en la República Checa cada año en los basureros, o sea que cada persona desperdicia unos 70 kilos de comida. Según datos de la ONU, anualmente termina en los basureros en el mundo entero alrededor de mil millones de toneladas de alimentos, una tercera parte de la producción alimentaria global.

Los comerciantes desarrollan en Chequia mínimos esfuerzos por salvar los alimentos con caducidad vencida o que pronto vencerá y ofrecerlos a las personas sin hogar por ejemplo. La legislación checa dificulta semejantes actos humanitarios, aplicando un IVA del 15% a los productos sin vender. Es por ello que la mayoría de los comerciantes prefieren tirarlos a la basura.

Gracias a un reciente acuerdo entre el ministro de Agricultura, Marián Jurečka, y el de Finanzas, Andrej Babiš, por un lado y las redes comerciales por el otro, estas últimas ya no se verán obligadas a pagar el IVA por los alimentos con caducidad vencida que declaren de valor nulo y luego regalen a los Bancos de Alimentos. El ministro Jurečka confía en la pronta entrada de este proyecto en la práctica.

Marián Jurečka,  foto: ČT24
“Supongo que será cuestión de uno o dos meses que comience a funcionar este proyecto. Confiamos que ya en el curso de este invierno podremos incrementar más todavía la ayuda a los necesitados por parte de los Bancos de Alimentos de la República Checa”.

Unas 300 toneladas de productos alimentarios fueron entregadas el año pasados a los Bancos de Alimentos checos. Gracias al nuevo acuerdo entre el Gobierno y las redes comerciales, estos bancos podrían obtener en el futuro hasta 5.000 toneladas de comida para ser repartida entre los necesitados. Y, según recalca Věra Doušová, de la Federación Checa de los Bancos de Alimentos, la demanda supera la oferta.

”Regularmente registramos una demanda superior a lo que podemos ofrecer. Por ejemplo, todos los días recibimos unos cinco o seis sacos de pan y todos los repartimos de inmediato y todavía nos piden más”.

La nueva medida relativa a los alimentos sobrantes sin embargo, no incluye entregas de comidas sobrantes de los restaurantes. Estas deben seguir siendo liquidadas, debido a que esos alimentos ya fueron procesados.

Foto: Agnés Joyaut
En la República Checa existen también unas doce organizaciones sin fines de lucro que se trazaron la tarea de ayudar a reducir el desperdicio de comida. Una de ellas se denomina ‘Salva la Comida’ (Zachrañ Jídlo). En base a un acuerdo con algunos comerciantes, recibe de forma gratuita productos con caducidad vencida, que posteriormente reparte entre las personas sin hogar o ciudadanos con serios problemas económico.

Del gran despilfarro de alimentos advirtieron los participantes en la conferencia Food Waste, celebrada este miércoles en Praga. Los presentes acordaron apoyar proyectos que promueven el reciclaje y un consumo más premeditado de productos alimentarios.