El consumismo va cobrando terreno en la RCh
Los checos se lanzaron a comprar. Se acercan las Fiestas de Navidad y una de las costumbres es entregar obsequios a los seres queridos. Los sondeos indican, no obstante, que poco a poco la hermosa tradición es desplazada a un segundo plano por el consumismo.
¿Y los ideales sobre el amor y la felicidad? Pero señores ¡Quién no estaría feliz con un nuevo auto o un nuevo ordenador! En caso de que su presupuesto familiar no les permita semejantes gastos, ¡ningún problema! varios bancos o agencias ofrecen comprar a crédito. Y aquí comienzan los problemas. El número de checos que compran a crédito crece constantemente, elevándose el nivel de endeudamiento de los habitantes de este país. La oferta de créditos es atractiva ¿Y quién quiere perder tiempo leyendo los contratos? Firmo y puedo comprar, dicen algunos.
La desilusión llega al tener uno que pagar la deuda y darse cuenta del alto interés que lleva el préstamo. Entonces se desvanecen las ilusiones, presentándose la dura realidad. ¡Se dejaron engañar por la publicidad!La publicidad engañosa se ha extendido tanto en la República Checa que la Inspección Comercial Checa, así como la Cámara Baja estudian si son cumplidas o no las normativas en la publicidad.
Al parecer, los únicos, para los que la Navidad conserva el mismo encanto son los niños.
"Yo desearía un cochecito para muñecas, y yo un perrito. Yo quiero una muñeca y yo un auto".
Los deseos de los niños son relativamente modestos, aunque el consumismo va cobrando terreno paulatinamente también entre los niños checo.