El colombiano que participó en la Revolución de Terciopelo

Elkin David Cantillo, foto: Gonzalo Núñez

Elkin David Cantillo es un colombiano de poco más de 40 años que lleva la mitad de su vida en la República Checa. Aunque estudió filosofía y sociología, ahora es guía turístico, un guía que guarda muy bellos recuerdos de sus años de estudiante combativo en Praga.

Elkin David Cantillo
Llegó a Praga en un momento mágico. Cuando el sistema soviético estaba colapsando y los checos se dieron cuenta de que podían llevar las riendas de su destino.

El colombiano Elkin David Cantillo fue testigo involuntario, primero, y protagonista, después, de la Revolución de Terciopelo, gracias a una feliz coincidencia. Que en 1989 decidió venirse a Praga a estudiar.

“Llevo en Praga ya más de 20 años, que no es nada, según la canción de Gardel. Llegué a los 21 años. Vine becado cuando aún existía Checoslovaquia y cuando aún este país era socialista. Yo llegué aquí hace… Dentro de pocos días cumplo 22 años, porque yo llegué acá un caluroso 14 de agosto de 1989. Yo vine becado a estudiar, originalmente filosofía, después me cambié a sociología. Después fueron los cambios y pude estudiar filosofía que era lo que yo vine a estudiar. Estudié filosofía en la Universidad Carolina de Praga”.

Elkin David Cantillo llegó en agosto de 1989 y de inmediato fue enviado a la ciudad de Poděbrady, a estudiar el idioma checo. Y desde ese lugar, presenció la génesis de todo el proceso revolucionario.

Avenida Nacional,  el 17 de Noviembre de 1989
“Fue un proceso bastante interesante, la participación de los estudiantes, un proceso que contó con una base estudiantil que se podía ver en residencias de estudiantes, como Větrník, Kajetánka, Hvězda. Bueno yo en esa época misma estaba en Poděbrady, estudiando el año de checo en el instituto para estudiar checo, UJOP. Y la cosa es que mucha gente que estudió en la Facultad de Filosofía pasó por el UJOP. Que era muy bonito porque justo delante de la residencia estudiantil de nosotros estaba la residencia estudiantil de las estudiantes que tallaban cristal. Fue una época muy poética, muy bohemia, muy bonita. Frente a esa casa había como 150 checas y en la noche se hacían una serie de espectáculos de ventana a ventana que ya es para contar después de las diez de la noche”.

Y ya sin desviarnos por temas secundarios, Elkin David Cantillo pasa a relatar sus sensaciones de la época más revolucionaria de su vida.

“Me gustó que fue una cuestión con mucha participación de la gente. Inicialmente digamos que los mismos estudiantes hacían a mano sus pancartas, sus cosas, sus afiches. Ya después empezaron a los pocos días a producir ya cosas más industriales como chapitas con Havel y esas cosas, que ya me pareció mucho más industrial y que estaba en torno al tipo de propuestas que había. Pero todo ese ambiente digamos de refundación y sobre todo un ambiente que fue esencialmente democrático y esencialmente participativo, la gente, los estudiantes digamos iban poniendo las ideas”.

Incluso Elkin David Cantillo recuerda con nostalgia que al comienzo no sabía ni siquiera qué estaba pasando, de qué se trataba toda esa movilización general. Pero de a poco este colombiano empezó a involucrarse en los sucesos de ese entonces.

Manifestación en Letná en 1989 | Foto: Peter Turnley,  public domain
“Luego incluso nos tocó que hubo concentraciones no solo de estudiantes sino de público en general e incluso un autobús salió de Poděbrady a Praga a las concentraciones que se hicieron Letná, por ejemplo, muy grande, o a las que se hicieron en diferentes partes. Y ahí me tocó meterme en el autobús e ir a ver qué pasaba. Yo todavía no hablaba bien checo. Yo llegué en agosto, los cambios fueron en noviembre y tampoco no comprendía al inicio bien qué estaba pasando e incluso mucha gente no comprendía bien qué era lo que estaba pasando”.

Los demás estudiantes extranjeros preferían no intervenir por miedo, agrega, ya que todo era muy confuso.

“Y además los otros estudiantes lo que le decían a uno era que no podíamos meternos en eso porque nos podían botar de la universidad, por estar participando en esas cosas. Entonces había el temor de participar pero también la curiosidad y sobre todo el hecho ese de que eran los estudiantes jóvenes los que hicieron el movimiento, los que pusieron las ideas, las pancartas y hasta el cuerpo, para participar en eso como fuerza viva. Y después el ambiente de fiesta que había, con música en las manifestaciones, las canciones que ya son históricas y ese tipo de cosas que sonaban en la Plaza Wenceslao o en Letná, por ejemplo”.

Mirado ahora desde la distancia y la sabiduría que dan los años, Elkin reconoce que fue un momento muy lindo y mágico, aunque no exento de peligros para él, como estudiante extranjero.

Elkin David Cantillo
“Fue un momento bastante interesante y después los cambios se dieron de manera bastante rápida y de forma hasta precipitada aquí en la República Checa. Fue una cascada de cosas, como la privatización por cupones. Y para nosotros como estudiantes fue un momento de inseguridad, en el sentido de que uno de los planteamientos era que los estudiantes que estábamos habíamos llegado aquí por el Partido Comunista. Incluso hubo una campaña negra respecto a los estudiantes que habían pasado por acá”.

Felizmente, Elkin David Cantillo pudo terminar sus estudios sin problemas, está muy bien integrado en la sociedad checa y trabaja como guía turístico en Praga y otras ciudades del país. Un guía que aprovecha sus conocimientos de la historia checa para impresionar a los visitantes. Aunque de eso hablaremos en otra ocasión.

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