El checo es un idioma erótico
Las lenguas suelen reflejar en su estructura gramatical la división natural de la sociedad humana en hombres y mujeres. Pero no todas lo hacen en el mismo grado. El checo es un idioma que las feministas radicales llamarían sexista, porque insiste en distinguir los géneros con todos los medios gramaticales posibles. Los bohemistas sencillamente dicen que el checo es un idioma erótico.En esta lección de checo les daremos algunos ejemplos en apoyo de esta tesis.
La cantante Yvetta Simonová pide en una conocida canción que se apaguen los lampiones porque él no llegó... Nepřišel- él no llegó. Sucede también muchas veces que quien falta a la cita es la mujer. En este caso el acongojado hombre se queja: Nepřišla- ella no llegó.
Nepřišel- él no llegó. Nepřišla- ella no llegó. Nepřišel- nepřišla. El checo posee dos formas distintas para expresar que no llegó ella o él.
Les daremos algún otro ejemplo. Si escuchas en checo la frase:"Napsal matce"- "Escribió a la mamá", sabes inmediatamente que quien escribió a la mamá era un hombre- el marido, un hijo, un hermano, un vecino.
En "Napsala matce"- "Escribió a la mamá", la forma "napsala" revela a primera vista que a nuestra mamá le escribió una mujer- una hija, una hermana, una vecina.
"Napsal " y "napsala" son formas del pretérito perfecto correspondientes a la tercera persona del singular. El checo distingue entre los géneros también en la tercera persona del plural: Las mujeres llegaron-Ženy přišly. La palabra "přišly"- llegaron- termina con "y" griega.
Los hombres llegaron - Muži přišli. La palabra " přišli" - llegaron- termina con "i" latina.
Ženy napsaly dopis- Las mujeres escribieron una carta. Muži napsali dopis- Los hombres escribieron una carta. En el género femenino el verbo termina con Y griega, en el género masculino con i latina. Para los escolares checos es una pesadilla. Pero, ¿qué se puede hacer? El checo rechaza formas gramaticales asexuales.
El ejemplo más flagrante del carácter erótico del idioma checo son los apellidos. El checo recurre al sufijo -OVÁ para expresar que se trata de una mujer. Dicho sufijo se añade al apellido del padre o del esposo. Así nuestra colega Andrea Fajkusová es hija del señor Fajkus, Ivana Vonderková es esposa del señor Vonderka.
El sufijo -OVÁ se añade también a los apellidos extranjeros. Por eso tenemos "paní Thatcherová- señora Thatcher" o Claudia Cardinalová en vez de Claudia Cardinale. Sin embargo, algunas checas que contraen matrimonio con un extranjero se niegan a adoptar el sufijo -OVÁ. Por ejemplo, la directora de cine checa Alice Nellis lleva el apellido de su esposo extranjero sin el sufijo- OVÁ.
Los bohemistas son partidarios de que el sufijo -OVÁ se mantenga porque otorga al idioma checo su inconfundible carácter erótico.