El célebre pedagogo musical Carl Czerny tenía raíces checas

Carl Czerny

Todo pianista, sea un virtuoso o un mero aficionado, se ha encontrado en alguna etapa de su aprendizaje con estudios y ejercicios para piano de Carl Czerny. La semblanza de Czerny se la ofrecemos en el marco de la serie dedicada al Año de la Música Checa. El ilustre pedagogo musical está vinculado por lazos de parentesco a la nación checa a través de su padre Václav Cerný, organista, pianista, oboísta y cantante, oriundo de la ciudad checa de Nymburk, situada a 40 kilómetros de Praga.

"Nací el 21 de febrero de 1791 en Viena, pero en la infancia fui educado como un checo. Mi padre era oriundo de Nymburk, una pequeña ciudad checa, y hasta los diez años de edad, yo no hablaba alemán", recordaba Carl Czerny.

Czerny mostraba, desde temprana edad, una gran vocación musical. A los tres años empezó a tocar el piano, a los siete compuso su primera pieza musical y a los nueve debutó ante el público en Viena, interpretando el Concierto para piano en re menor, de Wolfgang Amadeo Mozart. Poco tiempo después lo aceptó como alumno Ludwig van Beethoven quién tomaría a Czerny un afecto casi paternal.

Czerny tocaba el piano con la soltura y maestría de un virtuoso. Poseía además una fabulosa memoria musical, tocaba de memoria todas las composiciones, fuesen conciertos, sonatas o fantasías. Sin embargo, hacia el final de la adolescencia, Czerny decidió dejar las actuaciones en público y prefirió dedicarse a la enseñanza de piano y a la composición.

"Yo tenía 15 años cuando empecé a enseñar y la suerte me envió a algunos alumnos talentosos", recordaba Czerny.

El momento decisivo en la vida de Carl Czerny tuvo lugar en 1810, al encontrarse en Viena con el virtuoso del piano y pedagogo musical Muzio Clementi, cuya nueva escuela del piano, resumida en la obra Nouveau Gradus ad Parnasssum, inspiró directamente a Czerny la posterior creación de ejercicios para piano.

El renombre que empezó a ganarse Czerny en Viena como profesor de piano se propagó muy rápidamente y los círculos aristocráticos y burgueses competían en asistir a las clases de piano de Czerny. Sin embargo, su alumno más famoso fue Franz Liszt.

El legado de Czerny y su influencia sobre las posteriores generaciones fue enorme. Creó las bases sobre las que se asienta la técnica de todos los pianistas nacidos después de él.