El castillo de Houska guarda la puerta al infierno o a otros mundos
A la víspera de San Nicolás, los diablos recorren los hogares checos para evaluar el comportamiento de los niños a lo largo del año. A los desobedientes los amenazan con llevárselos al infierno. Es probable que a este lugar diablesco entren por el castillo de Houska, situado al norte de Bohemia. Algunos creen que la misteriosa puerta debajo del castillo conduce a otros mundos o tiempos. En esta edición de 'Leyendas Checas' les invitamos a conocer uno de los castillos más misteriosos de la República Checa.
El administrador de Houska, Miroslav Konopásek, explica una versión más enigmática sobre su tarea principal.
“En las crónicas se menciona que Houska no debe proteger sus alrededores, sino algo que se encuentra en su interior y que no debería salir fuera”.
Según la leyenda, el castillo guarda una puerta que lleva al infierno. La hipótesis parte de la presencia de fuerzas negativas que supuestamente irradian desde la roca, en la que se alza el castillo. Miroslav Konopásek está convencido de la autenticidad de este mito.“Yo insisto en que la puerta al infierno existe aquí. Se dice que en el siglo IX, cuando construyeron aquí un asentamiento de madera, la roca debajo de él se resquebrajó. Las crónicas contaban que por la grieta salían criaturas infernales con aspecto mitad humano y mitad animal, que causaban daños a personas, animales y perjudicaban la cosecha. La abertura en la roca despertaba en la gente mucho miedo. Incluso se dice que ni siquiera fue posible llenarla con tierra. Al final, la fortaleza acabó abandonada”.
Un vigilante sin rostro
Con el tiempo se logró tapar la grieta y encima de ella fue levantada una capilla gótica. El hecho de que sus paredes estén permanentemente húmedas y cubiertas de liquenes, mientras que las demás no sufren estos problemas, despierta aún más dudas sobre lo que se halla debajo.No es posible que alguien llegue a saberlo, ya que la supuesta puerta al infierno tiene su vigilante, prosigue Konopásek.
“Se dice que este lugar lo vigila un ser sin rostro, con una capucha negra. Pero no representa peligro para los humanos”.
Otra leyenda cuenta que a finales del siglo XVI prometieron a un preso condenado a muerte la libertad a cambio de que bajara al interior de la roca y contara lo que se hallaba abajo. En cuanto descendió, se puso a gritar pidiendo que lo subieran, y que prefería morir ante pasar un minuto más en aquel lugar. Una vez regresado, contó temblando que dentro había oído unos terribles gritos, y todo despedía un hedor insoportable y trastornador. Miroslav Konopásek afirma, que hay visitantes que evitan acercarse a la puerta.
“El que entre en Houska y se comporta como un invitado, no le va a pasar nada. Sin embargo, los que pretenden algo malo, tendrán problemas.”