El carnicero de Praga, los jubilados protestan y homenaje a Masopust

La reconstrucción del atentado contra Reinhard Heydrich, foto: Barbora Kmentová

El 70 aniversario del atentado contra el verdugo nazi Reinhard Heydrich, conocido como El carnicero de Praga, fue recordado profusamente en el país el pasado domingo, día exacto de la efeméride. Además, una insólita manifestación de jubilados y el más que merecido homenaje a Josef Masopust, acaso el mejor futbolista que ha dado el país, que logró el subcampeonato mundial en Chile ‘62.

La reconstrucción del atentado contra Reinhard Heydrich,  foto: Barbora Kmentová
Frente al monumento en recuerdo del valiente operativo Anthropoid, en el barrio Libeñ, en Praga, se efectuó el domingo pasado una reconstrucción del atentado contra el protector nazi y jefe de la Gestapo, Reinhard Heydrich, conocido como El carnicero de Praga.

Ese acontecimiento histórico que días después llevó al fallecimiento del verdugo nazi, autor ideológico y técnico del holocausto, sucedió en horas de la mañana del 27 de mayo de 1942.

La venganza de los nazis por la muerte del protector no tardó en llegar. Ya durante los primeros cinco días después del atentado fueron dictadas sentencias de muerte contra más de 500 checos.

Posteriormente los asesinatos como venganza continuaron, según sostiene Eduard Stehlík, del Instituto de Historia Militar.

“La represión desencadenada por los nazis a raíz del atentado contra Heydrich fue realmente terrible. Con mis colegas hemos estudiado detalladamente el tema y hemos llegado al triste resultado de que el número de checos asesinados a modo de venganza de los nazis por la muerte del protector sobrepasó los cinco mil, lo que es una cifra monstruosa”.

Pasados 70 años, los ciudadanos que acudieron al lugar del atentado, en Praga, pudieron conocer los detalles de esa heroica acción de Josef Gabčík y Jan Kubiš, miembros de la resistencia nacional que se habían entrenado en Inglaterra para ese operativo.

La acción se había preparado largo tiempo y fue una respuesta a la ola de asesinatos que desató Reinhard Heydrich después de asumir el cargo de protector de Bohemia y Moravia.

La reconstrucción del hecho estuvo a cargo de miembros del Club de Historia Militar, quienes trataron de que todo fuera como hace 70 años. En el acto estuvo presente Jaroslav Pišov, uno de los testigos directos del atentado, quien en aquel entonces tenía cinco años de edad.

“Iba con mi madre a hacer compras y de pronto oímos un disparo y luego se escuchó un fuerte golpe que fue la explosión de la bomba lanzada contra el automóvil en el que iba Heydrich en dirección al Castillo de Praga. Cuando nos acercamos más al lugar, vimos a Heydrich, quien ya estaba herido fuera del coche. Para mi mamá esa vivencia fue tan fuerte, que hasta el fin de la guerra nunca más volvió a ponerse el vestido que llevaba aquel día”.

También en el marco de las conmemoraciones, en la plaza Karlovo Náměstí (Plaza de Carlos), en Praga, fue levantada una réplica del campo de concentración nazi de Mauthausen.

En ese lugar encontraron su muerte miles de checos en los tiempos en que Heydrich fue protector de Bohemia y Moravia y también después de su muerte.

Esa parte de la historia la recuerda una exposición inaugurada el domingo, que recuerda el destino de 70 ciudadanos checos que participaron activamente en la resistencia contra los nazis.

El ministro de Relaciones Exteriores, Karel Schwarzenberg, destacó la importancia de la actividad.

”Es importante recordar que existieron semejantes lugares y que algo similar podría volver a ocurrir si no hacemos lo posible por impedirlo. La historia la hacen las personas y me temo que el comportamiento de alguna gente no ha cambiado mucho desde aquel entonces”.

La exposición instalada en Karlovo Náměstí con la réplica del campo de concentración nazi de Mauthausen, se prolongará en la capital checa hasta el 18 de junio.


foto: ČTK
Dos mil jubilados se reunieron en la plaza Jan Palach en Praga este miércoles desde donde se dirigieron a la sede de Gobierno, en la otra orilla del río, para exigir que no se frene la revalorización de las pensiones.

El Gobierno ha suspendido a partir del año que viene ese mecanismo automático para reducir el déficit del Estado, y las pensiones subirán menos de lo previsto.

Pero las personas mayores consideran que su nivel de vida puede caer demasiado en vista de la inflación y el aumento de impuestos como el IVA.

En las protestas también estuvieron presentes asociaciones de discapacitados. Para Zdeněk Pernes, presidente del Consejo de Jubilados de la República Checa, las exigencias son justas.

“Por desgracia no quedaba otra salida. Nos han obligado a organizar la primera manifestación de la historia de personas de la tercera edad en Chequia. Nuestras exigencias son austeras. No queremos otra cosa que mantener el modesto mecanismo actual de revalorización de las pensiones”.

En la República Checa hay tres millones de pensionistas. La pensión media se sitúa en casi 420 euros al mes, pero la mitad de los jubilados ni siquiera alcanzan esa cantidad.


Josef Masopust,  foto: ČT24
Una estatua al legendario futbolista checoslovaco, Josef Masopust, de 81 años de edad, fue desvelada este jueves cerca del estadio del Dukla de Praga en conmemoración del 50 aniversario de sus mayores éxitos.

En 1962, la selección checoslovaca de fútbol se proclamó subcampeona mundial en Chile y al regresar al Aeropuerto de Praga fue ovacionada por miles de hinchas.

La medalla de plata fue un éxito totalmente inesperado. La hinchada estaba convencida de que el equipo, que logró clasificar al campeonato en el último momento, volvería a casa avergonzado tras la primera fase del campeonato.

El equipo checoslovaco pilló por sorpresa incluso a la magnífica selección brasileña, cuando en la final, en el Estadio Nacional de Santiago, Josef Masopust abrió el marcador en el minuto 15.

Josef Masopust cumplió su sueño de niño al marcar un gol en la final de un Mundial. El centrocampista siempre destacó por sus capacidades ofensivas y no pensaba mucho en defender, según reconoció.

“Debo confesar que hice poca cosa para la defensa. Todos lo sabían así que no me cargaban de tareas defensivas. Sólo me pedían: baja de vez en cuando, no más para cubrir espacio”, dijo.

Al final, Brasil dio la vuelta al marcador y se impuso por 3-1. Los checoslovacos tuvieron que conformarse con la plata, pero aún así emularon su mejor resultado del año 1934, que jamás volvieron a repetir. Ese mismo año, Masopust ganó el Balón de Oro al mejor futbolista.

La escultura de bronce en homenaje a Josef Masopust fue desvelada en un nuevo parque que surgió al lado del estadio del Dukla de Praga, en el que el centrocampista pasó casi toda su carrera y con el que ganó siete títulos de liga.