El cardenal Frantisek de Dietrichstein
La familia de su padre tenía las raíces en Austria, él mismo nació en España y durante varios años fue uno de los hombres más poderosos de las tierras checas. El cardenal Frantisek de Dietrichstein fue el más influyente representante y realizador de la política contrarreformista de la iglesia católica en Moravia en el siglo XVII.
Después de pasar por el colegio jesuita de Praga, Frantisek se fue a estudiar al Collegium Germanicum de Roma. A sus 27 años, el arzobispo de Praga lo ordenó sacerdote y dos años más tarde, en 1599, el Papa Clemente VIII lo nombró cardenal y fue elegido obispo de Olomouc. El mismo año Frantisek de Dietrichstein se marchó hacia Moravia, tierra que apenas conocía.
Deseaba participar como oidor en las sesiones del Tribunal Provincial de Moravia, pero los representantes de los estamentos moravos lo rechazaron porque no cumplía una de las condiciones básicas - no dominaba el checo. Dietrichstein protestó, pero tuvo que rendirse y aprender el idioma.
En 1601 editó el Cancionero de Rozenplut, el primer cancionero impreso de los católicos checos, que se usa de forma preferente hasta finales del siglo XVII. El año siguiente Dietrichstein se convirtió en secretario del gobernador de Moravia y salvó de desaparición el monasterio de Rajhrad.
El emperador Rodolfo II volvió a otorgarle el derecho de acuñar monedas, antiguo privilegio de los obispos de Olomouc. Las primeras monedas se fabricaron probablemente en el palacio de Kromeriz, luego en Brno y posteriormente, hasta la muerte del cardenal, en Olomouc.
Desde el año 1608 hasta 1611 Dietrichstein sirvió de intermediario entre Rodolfo II y su hermano Matías, aspirante al trono. La firma del Tratado de Liben en 1608, según el cual Rodolfo cedió a Matías el gobierno en Hungría, Austria y Moravia, se debió en gran parte a Frantisek de Dietrichstein. En mayo de 1611 Dietrichstein coronó a Matías como rey checo en la catedral de San Vito de Praga.Frantisek de Dietrichstein tenía un carácter impulsivo y colérico, pero era sincero y pronto a cualquier sacrificio. Siempre trataba de servir de ejemplo. Predicaba con mucho fervor, examinaba a los niños, conducía descalzo a los peregrinos, servía a los pobres, comía con los prisioneros. Al mismo tiempo adoraba la grandiosidad de las ceremonias y fiestas religiosas, y fomentaba el canto catedralicio checo.
Al mismo tiempo Dietrichstein fomentaba las ciencias. En 1622 instaló en Mikulov una imprenta y fundó bibliotecas en dicha población y en Kromeriz. La primera fue robada posteriormente por los suecos. El colegio jesuita de Olomouc obtuvo los derechos universitarios incluyendo el de conceder títulos académicos. En la catedral de Olomouc mandó a construir un nuevo presbiterio, de 23 metros de altura. Su construcción se prolongó durante 45 años.
Pero ante todo, el cardenal Dietrichstein fue un contrarreformista riguroso. En Moravia fundó numerosos monasterios, en 1631 estableció en Mikulov el primer colegio escolapio al norte de los Alpes. Con el noble Karel mayor de Zerotín impidió que Moravia se juntara al levantamiento de los estamentos protestantes checos en 1618. En 1619 fue internado en Brno, declarado enemigo del país y expulsado. El obispado de Olomouc fue eliminado, las propiedades de Mikulov le fueron confiscadas.
Después de la derrota de los estamentos checos en la batalla en la Montaña Blanca en 1620, los dados tornaron su suerte. Dietrichstein regresó como gobernador de Moravia y ahora fue él quien confiscaba los bienes a la nobleza no católica. Sin embargo, como presidente del tribunal con los rebeldes moravos logró impedir las condenas a muerte.
Frantisek de Dietrichstein falleció en 1636 en Brno. Sus restos mortales fueron trasladados a Olomouc muchos años más tarde, en 1661, siendo depositados en una nueva cripta de la catedral. Debido a la humedad, los fondos de los féretros se pudrieron y cayendo fuera los huesos de los sepulcrados se entremezclaron.
El emperador Francisco I ordenó enterrar todos los restos mortales en un cementerio público, y en la cripta de la catedral permaneció simbólicamente sólo el ataúd vacío del cardenal.