El Bosque de San Jorge albergó una base soviética

Foto histórica del pueblo Mladá

Hace más de mil años se extendía entre Praga y la ciudad de Mladá Boleslav, situada al nordeste de la capital checa, una floresta virgen en la que abundaban lobos y otras fieras. La parte de aquella área forestal que se ha conservado hasta la actualidad, se llama el Bosque de San Jorge. Su nombre se debe a uno de sus propietarios medievales, el convento de las benedictinas de San Jorge, fundado en el siglo X por la princesa Mlada en el Castillo de Praga.

Este programa es una repetición

Foto histórica del pueblo Mladá
La abadesa del primer convento checo, Mlada, fue la hija menor del príncipe checo, Boleslao I, apodado el Cruel, por haber asesinado a su hermano, San Venceslao.

Una leyenda popular relaciona a la princesa con la fundación del poblado de Mladá, en el seno del Bosque de San Jorge.

La princesa asistió a la consagración de la capilla en el castillo de Mladá Boleslav, donde residía su hermano, el futuro príncipe checo, Boleslao II. En el viaje desde Praga por el Bosque de San Jorge no sufrió ningún contratiempo, cuenta la leyenda.

Aquí cabe comentar que viajar en aquellos tiempos medievales era muy peligroso. Bandas de malhechores asaltaban a los viajeros y hasta muchos hidalgos empobrecidos remediaban su penuria de recursos, convirtiéndose en los llamados caballeros salteadores.

Un área del Bosque de San Jorge lleva hasta la actualidad el nombre de Barranco Asesino por haber sido escenario en el pasado de múltiples asesinatos de viajeros.

También la leyenda de la princesa Mlada refleja la mala fama del Barranco Asesino. Narra que allí asaltaba a los viajeros una numerosa banda, capitaneada por cierto Hraboñ. Cuando Mlada emprendió el viaje de regreso de Mladá Boleslav a Praga, los espías informaron al cabecilla con suficiente antelación para que los malhechores prepararan una emboscada en la que cayese la princesa con su séquito. La banda esperaba hacerse con un rico botín.

Mladá - ruinas de la iglesia  (años 30)
Cerca del Barranco Asesino la banda mató a los hombres armados de la comitiva de Mlada, con excepción de Ctislav que escapó para buscar ayuda. En poder de los salteadores quedaron la princesa Mlada y dos doncellas de alto linaje. Hraboñ esperaba obtener por ellas un elevado rescate. O, si no había rescate, dejarlas para el entretenimento de la banda. Antes de tomar la decisión definitiva, mandó encerrarlas.

Los matones celebraban el éxito del asalto con tragos de aguardiente. Las cabezas se calentaban y Hraboñ ordenó que fueran traídas las tres doncellas.

Mientras tanto, el grupo de rescate, encabezado por Ctislav se acercaba a galope al Barranco Asesino.

Antes de que fuera ejecutada la orden del capitán de los bandoleros y Mlada con sus compañeras traída a la madriguera llena de matones embriagados, sonó el cuerno de la expedición de rescate. Hraboñ comprendió que todo estaba perdido y corrió para acuchillar a las tres doncellas. Pero la espada de Ctislav fue más rápida y acabó con la vida del criminal.

Ctislav encontró a las tres doncellas rezando a Santa Catalina a la que Mlada había prometido edificar una capilla si se salvaban.

La princesa no olvidó la promesa dada en un momento de angustia y mandó construir una capilla consagrada a la santa. Ctislav fundó al pie del santuario un poblado al que puso el nombre de Mladá en homenaje a la princesa, narra la leyenda.

Pero, ¿qué dicen las fuentes históricas sobre el poblado de Mladá? El primer documento escrito sobre la aldea y su iglesia de Santa Catalina data de mediados del siglo XIV. La fundación del pueblo está relacionada con su situación estratégica cerca de dos importantes caminos. Los vecinos de Mladá cuidaban de su viabilidad y ofrecían a los viajeros la protección ante los salteadores y las fieras.

Tarjeta histórica del pueblo Milovice
A principios del siglo XX en Mladá vivían unas 700 personas. En el pueblo acababa de ser inaugurada una nueva escuela, frecuentada también por alumnos procedentes de las localidades vecinas, como la de Milovice.

En la actualidad sólo una placa informativa, colocada cerca de un cruce de caminos, recuerda que en ese lugar había existido un pueblo. En torno se ve sólo el bosque. ¿Qué pasó en el siglo pasado con la aldea de Mladá? Fue borrada de la superficie para dar lugar a un polígono militar.

Las autoridades del imperio austro-húngaro del que formaban parte las tierras checas, llegaron a la conclusión de que era urgente modernizar al Ejército. En la segunda mitad del siglo XIX las tropas austríacas habían sufrido pesadas derrotas del Ejército prusiano, mucho mejor equipado y entrenado.

El Ministerio de Guerra austro-húngaro se puso a buscar un lugar adecuado donde fuera posible adiestrar a los soldados en condiciones que se asemejasen a las situaciones reales que se daban en una guerra.

En 1903 un grupo de generales austro-húngaros recorrió los terrenos en torno al poblado de Mladá. Las autoridades concluyeron que eran los más adecuados de toda la monarquía para que se instalara en ellos un polígono militar.

La ubicación les parecía ideal a los militares porque suponía el desalojo de una sola aldea:la de Mladá.

Para los vecinos del pueblo comenzó una etapa llena de sufrimiento. Tuvieron que ceder sus fincas y tierras a cambio de irrisorias compensaciones. Si se negaron a vender, sus terrenos fueron expropiados. En el pueblo se registraron varios suicidios.

En agosto de 1905 empezaron en el nuevo polígono militar los ejercicios de artillería y las fincas de Mladá se convirtieron en blancos de los cañonazos.

Demolición de Mladá por un tanque
El polígono militar de Mladá, situado en la parte occidental del Bosque de San Jorge, fue utilizado también durante la Primera República Checoslovaca, entre 1918 y 1938. En los años treinta, los tanques arrasaron los últimos restos de la iglesia de Santa Catalina, en Mladá. El campo de entrenamiento militar se extendió a la vecina localidad de Milovice.

Durante la Segunda Guerra Mundial, se instalaron en el polígono militar de Milovice- Mladá los ocupantes nazis. Es interesante que en sus ligeras tierras arenosas el general nazi Rommel adiestró a sus tropas para los combates en los desiertos del norte de África.

Terminada la contienda mundial, al polígono militar en el Bosque de San Jorge regresó el Ejército Checoslovaco que sería su dueño hasta la noche del 20 al 21 de agosto de 1968.

Aquella noche cruzaron las fronteras de Checoslovaquia las tropas del Pacto de Varsovia para aplastar el proceso democratizador de la Primavera de Praga. En la mañana del 21 de agosto los tanquistas soviéticos ocuparon el polígono militar de Milovice- Mladá.

Después del agosto de 1968 parecía que los soviéticos se instalaron a perpetuidad en el área de Milovice- Mladá. La transformaron en una base militar en la que se concentraba el mayor número de tropas y armamentos en toda Checoslovaquia, incluidos los misiles en los búnkers del Barranco Asesino. En la base vivían decenas de miles de militares soviéticos con sus familias.

La presencia de una guarnición tan fuerte a 30 kilómetros de la capital checa tuvo sin duda un poderoso impacto psicológico.

Las tropas soviéticas se marcharon después de 23 años, el 30 de junio de 1991. El Ejército checo entregó poco tiempo después las tierras y los edificios a la administración civil. El polígono militar de Milovice- Mladá dejó de existir.

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