El agua viva o las milagrosas fuentes de Chequia
Recuperan la energía perdida, curan enfermedades y provocan un buen estado de ánimo. El poder curativo de decenas de manantiales presentes en el territorio checo se halla vinculado por lo común con leyendas de santos y otros sucesos maravillosos. Dominika Bernáthová les invita a conocer algunas de las fuentes que representan una esperanza para las personas enfermas.
Además de un rico sabor, el agua local tiene supuestamente poderes curativos, según afirma uno de los frecuentes visitantes de la Fuente de Zdislava, Zdeněk Holub.
“Mi mamá sufrió una ruptura de úlcera gástrica y tras haber tomado esta agua, logró curarse. Por su parte, a su pareja le detectaron una sombra en los pulmones y los médicos no sabían qué hacer. También tomó el agua, y se curó. El médico, mirando las imágenes de radiografía, dijo que había sido un milagro”.
La leyenda adjudica el descubrimiento del manantial a Zdislava de Lemberk, esposa del fundador del palacio local. La joven aristócrata de modales modestos consagró su vida a la curación de enfermos, lo que practicaba también con el agua de la maravillosa fuente. A algunas personas les devolvió incluso la vista perdida, y según la Crónica de Dalimil, logró resucitar a cinco muertos.
En 1995, más de siete siglos después de su muerte, el Papa Juan Pablo II, canonizó a Zdislava de Lemberk en ocasión de su visita a la ciudad de Olomouc. A la patrona checa de la familia se le concedió en 2002 también el patronato oficial de la región de Liberec.
El poder curativo del agua, que es ligeramente radioactiva, se puede deber parcialmente a la ligera presencia de bórax, que tiene efectos antibacterianos. Se recomienda para curar heridas postoperatorias, hongos e inflamaciones de los ojos.
Si deciden probar los efectos curativos de la manantial, pueden aprovechar el viaje para visitar el palacio renacentista de Lemberk y para dar un paseo por el casco histórico del cercano municipio de Jablonné v Podještědí.
Sarkanderka, la maravilla silesiana
Junto a Zdislava de Lemberk fue canonizado también Jan Sarkander, un joven clérigo que murió torturado por los protestantes por haber ocultado un secreto de confesión. En concreto, fue sospechoso de haber concertado ayuda al emperador Fernando, cuyo gobierno no era aplaudido por la nobleza morava.
Al igual que con Zdislava, su figura se vincula con el poder curativo de un manantial, en este caso el situado en las cercanías de la ciudad de Příbor, en la región de Moravia-Silesia. El historiador Václav Michalička narra la leyenda.“Un día Sarkander pasó por este lugar, tenía mucha sed, pero no encontraba agua. Con un cuchillo excavó un hoyo del cual saltó de repente un manantial. Hoy día viene mucha gente enferma que comenta los efectos curativos del agua, que le hacen sentirse bien”.
Además de para hacer té y café, la gente aprovecha el agua de Sarkanderka para preparar cerveza casera o para diluir el aguardiente. Se dice que el agua cura inflamaciones y enfermedades cancerosas.
Los tesoros líquidos de Praga
Varios tesoros líquidos brotan también de la tierra de la capital checa. El agua ferrosa de la Fuente Mariana (Mariánský pramen), situada en la reserva natural de Chuchelský Háj, en el sur de la ciudad, se recomendaba para paliar problemas de estómago, dolores de cabeza o varices. También ayuda supuestamente a eliminar las toxinas del cuerpo. La leyenda narra que la emperatriz austrohúngara María Teresa de Habsburg, mandaba traer el agua local hasta su residencia en Viena.La Fuente Milagrosa (Zázračná studánka) es el nombre del manantial que brota en el barrio praguense de Lysolaje. Según el mito, estas aguas brotaron de la tierra en plena época de sequía. Por tanto, los habitantes levantaron en el lugar una capilla consagrada a la Virgen de los Dolores. La calidad del agua y sus supuestos efectos curativos atraen a la fuente a muchas personas que llenan allí sus botellas.
Los Lourdes Checos y Moravos
Bajo el nombre los Lourdes Checos (České Lurdy) se conocen los alrededores de la Capilla de Hauswald, situada en la región de Šumava, en Bohemia del Sur. El guardia del Parque Nacional de Šumava, Pavel Vinický, nos habla sobre esta maravilla, que ha convertido el lugar en un destino frecuentado por peregrinos de todo el Viejo Continente.
“Una noche dos mujeres regresaban del bosque y, de repente, las atacó un oso. Se pusieron de rodillas y empezaron a rezar. En ese momento, el oso se dio a la fuga”.
Para agradecer su salvación, las mujeres colgaron en dicho lugar un retrato de la Virgen María. La voz sobre el maravilloso acontecimiento se corrió rápidamente por parajes más y menos lejanos. La leyenda cuenta que los ciegos recuperaban la vista tras lavarse los ojos con el agua del manantial, mientras que los tullidos abandonaban el lugar sin muletas.
Entre los siglos XIX y XX se construyeron en el lugar dos capillas. Los sagrarios no llegaron a sobrevivir el régimen comunista, que los hizo volar por los aires para dar lugar a una nueva zona militar.La región de Moravia también cuenta con sus Lourdes. Se encuentran cerca del municipio moravo de Spálov, en la región de Moravia-Silesia. La leyenda sostiene que durante de la Guerra de los Treinta Años en el siglo XVII se escondió en dicho lugar un soldado sueco gravemente herido. Rezó a la Virgen María para poder regresar con su familia y finalmente la Virgen atendió sus rogativas, salvándole con una manantial del agua potable.
La República Checa cuenta con una enorme cantidad de manantiales que se pueden localizar gracias a un mapa en el Registro Nacional dedicado a este tema. Existen varias asociaciones que se dedican a su cuidado y la búsqueda de fuentes desaparecidas.