Diputados checos quieren regular la venta de bebidas energéticas a menores
Las bebidas energéticas cobran cada vez mayor popularidad entre los niños y adolescentes. Inspirándose en el ejemplo de otros países europeos, los diputados checos quieren limitar la venta de esas bebidas a los menores.
Las bebidas energéticas se venden en el mercado europeo desde hace más de 25 años y sus eventuales efectos nocivos nunca han sido demostrados. Sin embargo, en vista de su mayor consumo por los menores, los pediatras alertan de que un mayor consumo de esas bebidas por los menores puede afectar su joven organismo.
Los políticos checos y los productores de bebidas sin alcohol debaten actualmente si regular la venta de las bebidas energéticas a niños y adolescentes, si centrarse en una mayor educación en este tema, o si prohibir del todo su venta a este grupo de personas, al igual que se hizo con los cigarrillos y las bebidas alcohólicas.
A su prohibición procedieron en Polonia y Letonia, entre otros países, pero como asegura Veronika Jakubcová, directora de la Unión de Productores de Bebidas sin Alcohol, la prohibición no suele surtir el efecto deseado.
“Cuando se prohibió por ley la venta del alcohol a menores de edad, muchos siguieron consumiéndolo. Consideramos que mejor que la regulación sería mejorar la educación, los conocimientos de los jóvenes sobre este tema”.
A su vez, la diputada Martina Ochodnická, respalda la regulación de la venta de bebidas energéticas a fin de frenar de alguna manera su amplia propagación por youtubers e influencers. Ochodnická es una de las autoras de un proyecto parlamentario para la regulación de esos productos, aunque asegura que cabe buscar la mejor forma de esa intervención.
“Apoyo la regulación, pero depende de su forma. Las propuestas son muchas y nosotros organizamos mesas redondas en el Parlamento sobre el tema. Estudiamos también la experiencia de otros países. La regulación debería tomar en cuenta, en primer lugar, la edad del consumidor, que no debería ser inferior a los 15 o 18 años. Luego está la publicidad, que es un tema muy complicado, ya que los influencers motivan a los menores al consumo de bebidas energéticas. También podrían ser creados lugares especiales en los comercios, donde al lado de las bebidas con alcohol, se situarían las bebidas energéticas y otras sustancias adictivas, para dejar claro que en este sitio se venden productos que pueden afectar a la salud”.
Según un estudio de la Universidad de Olomouc, uno de cada 10 escolares checos se aproxima a la adicción a las bebidas energéticas, o sea, que no las consume de vez en cuando, sino todos los días y en grandes cantidades. Veronika Jakubcová sigue insistiendo, no obstante, que serían suficientes campañas informativas para reducir ese fenómeno. Añadió que las bebidas energéticas contienen menos cafeína, por ejemplo, que una taza de café.
“De acuerdo con un estudio de la Cátedra de Nutrición de Varsovia del año 2017, las mayores fuentes de cafeína son el té negro con un 46%, seguido por el café, con un 26%. Las bebidas del tipo de la Coca-Cola tienen un 10%, y en último lugar se sitúan las bebidas energéticas con el 6%. Pero, claro, todo depende de la cantidad que uno se tome”.
Veronika Jakubcová, directora de la Unión de Productores de Bebidas sin Alcohol, señaló asimismo que las bebidas energéticas producidas en Chequia contienen como máximo 320 miligramos de cafeína por litro, mientras que en otros países esta cantidad es superior. Pero apuntó que igual así, una persona no debería tomarse más de dos botellas de bebida energética a la semana, y menos aún los menores, lo que, desgraciadamente, no suele respetarse.