Después de Chernóbil nacieron en la República Checa menos varones

Conmemoración a las víctimas de la catástrofe de Chernóbil, foto: CTK

Los científicos del Instituto de Medicina Experimental de la Academia de Ciencias Checa toparon con un enigma al estudiar las estadísticas de natalidad entre los años 1950 y 1999. En todo el período estudiado, cada mes nacían más varones que niñas. Con una sola excepción: noviembre de 1986. ¿Por qué nacieron aquel mes en el territorio checo menos varones? Los científicos checos encontraron la única explicación posible: sus madres abortaron a consecuencia de la avería de la central electronuclear de Chernóbil.

El reactor de la central electronuclear de Chernóbil, en Ucrania, explotó el 26 de abril de 1986.

El 30 de abril la nube radiactiva llegó al territorio checo. Contenía el telurio, el yodo, el rutenio y el cesio radiactivos. Dos nuevas nubes radiactivas llegaron el 4 y el 8 de mayo.

En vez de alertar a la población desde un primer momento, el régimen comunista de Checoslovaquia restaba importancia al suceso, ocultando los datos sobre la envergadura de la catástrofe de Chernóbil.

El 30 de abril y el 1 de mayo de 1986 llovió en algunas partes de la República Checa y las gotas de la lluvia contenían partículas de la nube radiactiva. En tales zonas la radiactividad creció varias veces. La caza, las setas y los frutos silvestres de esas áreas afectadas contienen todavía en la actualidad la sustancia radiactiva cesio 137.

Conmemoración a las víctimas de la catástrofe de Chernóbil,  foto: CTK
En la población afectada por la nube radiactiva de Chernóbil había naturalmente también mujeres embarazadas. Algunas de ellas perdieron a su hijo de sexo masculino en un aborto espontáneo.

¿Por qué se produjeron estos abortos espontáneos? Los científicos dicen que cuando llegó la nube radiactiva de Chernóbil, los fetos que después se perderían, tenían entre los dos y los tres meses de vida intrauterina. Los fetos masculinos en general son más vulnerables a la actuación de sustancias nocivas. Y precisamente alrededor de los tres meses el feto pasa por un período crítico. Las células nerviosas que empiezan a trasladarse a la corteza del cerebro, son extraordinariamente sensibles a la radiación.

Muchos fetos masculinos sucumbieron a la radiactividad en los días posteriores a Chernóbil. Por eso seis meses después, en noviembre de 1986, nacieron menos varones que niñas, algo totalmente insólito en las estadísticas de la natalidad.

Además de los daños causados al cerebro de los fetos masculinos por la radiactividad, el crecimiento del número de abortos después de la avería de Chernóbil pude atribuirse a la actuación del yodo radiactivo, cuya concentración en la nube de sustancias radiactivas fue extraordinariamente elevada. Precisamente el yodo radiactivo es el responsable por los trastornos de la glándula tiroidea que aumenta en las mujeres embarazadas el riesgo de aborto espontáneo.

Resulta que aún las dosis relativamente bajas de la radiactividad que los especialistas consideraban antes como inocuas, pueden ser nocivas, advierten los científicos checos.