Descendientes checos en Argentina con el corazón partido en dos

Buenos Aires, foto: Roman Casado

Promover la cultura checa es el objetivo principal de los Centros Checos que existen en diferentes partes del mundo y en América Latina. Radio Praga realizó un viaje a Argentina, país en el que funcionan varias instituciones que se esfuerzan por mantener el legado de las tradiciones de su país de origen. En Buenos Aires conversamos con Ana María Janků y Liliana Tomchik, presidenta y vicepresidenta del Centro Cultural Checo, respectivamente.

Ana María Janků y Liliana Tomchik,  foto: Roman Casado
Aunque se desconoce una cifra exacta, se puede decir que miles de descendientes de inmigrantes checos viven hoy día en Argentina. Muchos de ellos ya ni siquiera saben hablar checo, pero siguen interesándose por la patria de sus antepasados. Ana María Janků, que preside el Centro Cultural Checo de Argentina desde 2003, resumió qué es lo que les puede ofrecer esta institución.

“Nuestros objetivos son en primer lugar promover la lengua checa entre la comunidad y aquellos que la quieran aprender, sostener los valores checos y la cultura, en especial la música y, sobre todo, acercarle a los jóvenes descendientes checos que no olviden sus raíces y tratar de interesarlos con nuevas actividades. Creo que eso es lo más importante”, recalcó Ana María Janků, descendiente de checos, que nació en Argentina. Según dijo, hoy día se siente tanto argentina como checa.

“Yo te puedo decir hoy día que amo Argentina, que es el país donde nací, donde mi madre se bajó del barco para tenerme y gracias a esto mis padres se quedaron aquí. Pero cuando estoy en la República Checa, me siento argentina, y cuando estoy en Argentina, me siento checa, es como que tengo el corazón partido en dos”, indicó.

Ana María Janků recuerda que la idea de crear el Centro Checo se iba materializando desde el año 1996, en el que falleció su padre. Al ir a buscar sus cosas, los violines, fotos y partituras, que heredó, no le quedó ninguna duda de cuál era el camino que tenía que seguir, según señaló.

“Sentí que tenía que hacer algo: o seguía llorando para una historia que no podía reparar o capitalizaba esto de alguna manera para que tuviera algún valor”.

Buenos Aires,  foto: Roman Casado
La presidenta del Centro Cultural Checo, pues, optó por la segunda posibilidad, especializándose en la promoción de la música checa en Argentina.

Al igual, Liliana Tomchik, hija de un matrimonio checo-español, sintió una vocación de seguir promocionando las tradiciones checas tras la muerte de su padre.

“En el caso mío, la cultura checa empezó a sonarme después de que todos se habían ido, ya no quedaba nadie, ni mis abuelos, mi papá había fallecido, mi tía también. Ellos llegaron a Argentina y un año después mi papá nació acá, en el año 1930. Como no había una promoción por parte de ellos, después de que mi padre falleció, me surgió como la necesidad de acercarme a ellos”.

¿Por qué a los checos y no a los españoles, porque su mamá es española?

“Lo que pasa es que la familia de mis abuelos maternos estaban todos acá, en cambio los de mi papá no estaban, entonces era como que había un misterio y quería saber por qué había venido y quiénes estaban allá”, sostuvo la vicepresidenta.


Ana María Janků y Liliana Tomchik se conocieron en 2000, ambas con ganas de promover la cultura checa en Argentina de alguna manera. En 2003, estas ganas se concretizaron cuando la señora Edita Hrdá, entonces embajadora checa en Buenos Aires, hizo una gran revolución en la comunidad checa al encargarse de reunir a los descendientes checos en Argentina y organizar sus encuentros.

“No sabíamos ni dónde estábamos los checos aquí ni cuántos éramos, porque no había censos, no había registros en la embajada de los que éramos. Entonces de repente nos reuníamos ¡y éramos tantos! Sentir que había 300 ó 400 checos juntos en la embajada u otro lugar era para nosotros insólito. Siempre nuestras reuniones eran de cinco o diez, que nos conocíamos, pero nada más”, resaltó Ana María Janků.

El Centro Checo realiza varias actividades, sobre todo, organiza conciertos de música clásica y promociona a los compositores checos menos conocidos, como Zdeněk Fibich y Bohuslav Martinů. Además, trata de que los músicos locales incorporen en su repertorio las obras de autores checos.

“Hemos trabajado también con cantantes de las escuelas de canto para tener las nuevas generaciones y ya de hecho tenemos bastantes cantantes tanto masculinos como femeninos que han incorporado a su repertorio en checo la música tradicional. El año pasado Graciela Oddone, una de las mejores soprano argentinas, estrenó siete canciones de Janáček”, dijo la presidenta del Centro Cultural Checo.

En abril del 2005, Ana María Janků empezó a colaborar con la Radio Nacional Clásica de Argentina, para la que sigue preparando regularmente un programa dedicado a la música clásica checa. Hoy día, los escuchas de dicha transmisora pueden disfrutar de composiciones checas dos veces al mes, cada segundo y cuarto viernes del mes.


Buenos Aires,  foto: Roman Casado
El Centro Cultural Checo se esfuerza por reforzar los vínculos que unen a los descendientes checos en Argentina. Liliana Tomchik subrayó que lo importante es prender la chispa de interés por sus antepasados sobre todo en los jóvenes.

“Creo que necesitan que se los invite e interese más que nada, sabiendo lo maravilloso que es la cultura checa y todo lo que tiene para ofrecer y mostrar lo maravilloso de su origen. Es importante que haya actividades donde ellos sean los protagonistas y que saquen lo checo que tienen adentro. Pero significa trabajo, invitarlos y que ellos además tengan ganas”, afirmó.

Por su parte, Ana María Janků resalta que a la hora de transmitir las tradiciones checas, hay que hacerlo muy suavemente y sin forzar a los hijos.

“Quizá nosotros los que estuvimos más en contacto con nuestros abuelos y padres que trajeron estamos tratando de imponerles sin querer lo que nosotros conocemos y quizás estamos haciendo mal. Quizá debiéramos crear o facilitar terrenos para que ellos se encuentren su propio camino. Nuestro desafío será que ese camino tenga algún contacto con lo checo para que no pierdan sus raíces”, insistió.

En una de las próximas ediciones de este programa les presentaremos otro centro que trata de promover la cultura checa en Buenos Aires: la Colectividad Checa, Český dům, es decir, la Casa Checa.