Derroche injustificado en los fondos europeos para el desarrollo rural

Foto ilustrativa: Štěpánka Budková

La Contraloría del Estado ha revelado que los fondos europeos pertenecientes al Programa de Desarrollo Rural se utilizaron inapropiadamente como resultado de la mala organización y falta de control del Ministerio de Agricultura.

Foto ilustrativa: Štěpánka Budková
Subvenciones para senderos naturales utilizadas para construir torres de vigilancia, y casas de verano o calderas de biomasa destinadas a negocios calentando hogares privados son algunos de los desmanes que completan la larga lista de irregularidades que la Contraloría del Estado ha destapado ahora sobre los fondos europeos destinados al desarrollo rural en el período 2010-2013.

Este descontrol fue confirmado ayer a la ČTK por la portavoz de la oficina auditora, Olga Malková, quien acusó directamente al Ministerio de Agricultura de estar detrás de todas las irregularidades por no haber establecido correctamente las reglas.

En un principio, dichos fondos europeos, pertenecientes al Programa de Desarrollo Rural, tenían como objetivo modernizar las empresas agrícolas, promover las actividades empresariales, así como impulsar el turismo y reconstruir aldeas. Todo ello ahora en papel mojado. Por no hablar de que el proyecto original tenía como objetivo crear 22.000 puestos de trabajo, una cifra que el Ministerio redujo hasta dejarla en apenas 2.000. Así, desde la Controlaría tachan los planes de Agricultura de, cuanto menos, “no realistas”.

Los auditores dijeron que el Ministerio carecía de pruebas suficientes sobre los progresos que se hacían con el dinero europeo, por lo que no pudo evaluar la eficacia de los proyectos y así ajustar sus estrategias para que las cosas funcionasen de manera eficiente.

La investigación afectó a 120 proyectos a los que, en total, se habían concedido más de 13 millones de euros. Las deficiencias también se han encontrado en el Fondo de Intervención Estatal para la Agricultura.