De ‘Amores Perros’ a ‘Lidice’, pasando por ‘Pan Negro’
Acaba de ganar un Goya por la fotografía de ‘Pan Negro’; está terminando los detalles de ‘Lidice’, el filme checo más esperado del año; antes fotografió a la mujer de Václav Havel en ‘Normal’ y participó en el rodaje de la mítica ‘Amores Perros’. Es mexicano, pero lleva cuatro años radicado en Praga. Antonio Riestra saborea el dulce momento profesional que vive.
Por esas casualidades del destino, Agustí Villaronga, director de ‘Pan Negro’, vio el tráiler de ‘Normal’ y apostó por Riestra, un desconocido.
Y gracias a la intuición de Villaronga, que le dio su confianza, hoy Riestra tiene en su casa un Goya.
“Hasta hoy, no sé, lo veo en casa y es como que está ahí don Francisco, desde que me lo dieron le puse don Francisco, el Cabezón que le dicen todos. Y de repente traía de la fiesta cargando a don Francisco como si fuera un bebé y es muy curioso. Porque es una cosa, lo primero es la emoción de escuchar tu nombre, pararte y de repente tener en frente de ti una audiencia tan grande, un escenario así de ese tamaño. Y decir, bueno, tengo que decir algo que sea importante, realmente lo que sienta. Y lo que dije fue lo que realmente sentí, porque para mí el viaje a Cataluña fue lo importante”. Porque más importante que el Goya fue la experiencia de trabajar en ‘Pan Negro’, comenta.“Eso fue lo que me dio a mí todos estos regalos y esto, el Goya, no es más que la cereza del pastel, pero en realidad el pastel, lo más rico del pastel, pues ya había pasado. El rodaje, conocer a Agustí, el etalonaje, todo ese proceso, la premiere, las cosas más bonitas ya habían pasado. Esto ya era la cereza del pastel. Y sucedió”.
Antonio Riestra sostiene que una amiga le envió el tráiler de ‘Normal’ a Agustí Villaronga. Y ahí empezó todo.
“Sucedió a través de María Ripoll, que es una directora. Básicamente yo, terminando ‘Normal’, le envié el tráiler, y ella se lo enseño a Agustí y Agustí, por intuición, dijo yo quiero trabajar con él, me gustaría conocerlo. Así que me llamaron para que fuera a Barcelona a una primera reunión y nada, nos conocimos, yo ya había leído el guión, por supuesto. Y esa era una visita sin compromiso, conectamos bien, dijimos ‘creo que sí podemos hacer una película juntos’, y empezó el proceso”.‘Normal’, de Julius Ševčík, es una película basada en un caso real, sobre el asesino en serie conocido como el vampiro de Düsseldorf.
“Esa película, ya cuando Julius Ševčík me dio el guión, era como estar en un sueño, porque tenía todas las opciones visuales del mundo y el guión estaba escrito de una forma muy visual. Y la primera conversación que tuve con él después de leer el guión era como muy claro que podíamos trabajar juntos. Es uno de esos directores dispuestos a arriesgar todo. Fue mucho de hacer una visualización, de cómo meternos en este mundo de este tipo que vivía en lo que vivía y que tenía todas estas contradicciones y que era un como un terror, interno y externo”.
Con la responsabilidad extra de fotografiar a la ex primera dama checa, Dagmar Havlová.“Con Dáša fue maravilloso porque es una dama. Claro, existe la connotación, pero yo soy extranjero y el acercamiento es distinto. Claro, yo le tengo un respeto de entrada porque obvio, desde hace muchos años sé quién es su marido. Entonces conocerla para mí era sobre todo un honor, era mira a quién voy a conocer, y no solo conocer, voy a trabajar con ella, la voy a fotografiar. Ella, para mí, al verla, un poco me recordaba a Catherine Deneuve, el estilo, como de dama, entre dama y diva, como actriz de otros tiempos”.
Antonio Riestra comenzó su carrera siendo ayudante de Rodrigo Prieto, uno de sus maestros, en ‘Amores Perros’, ese emblemático largometraje que significó la internacionalización del cine mexicano.
Y de a poco se fue labrando su propio camino, hasta ganar el Goya por ‘Pan Negro’ y llegar a ser el director de fotografía de ‘Lidice’, cinta de pronto estreno que muestra la tragedia de este pueblo, que fue exterminado por los nazis. Cuando lo llamaron de ‘Lidice’, casi se desmaya.“Casi se me caen los calzones, como decimos en México. Conocía la historia, de hecho, había estado buscando al productor para ver si existía alguna remota posibilidad de acercarme al rodaje o lo que sea, eso ya estaba como fuera de mi espectro. Y de pronto un día me fui a tomar un café con Petr Nikolaev, el director. Le comenté que ese lunes me iba a México a rodar un comercial. Y me dice: creo que no te vas, porque te voy a ofrecer la fotografía de ‘Lidice’. Y me quedé estupefacto. Me dio una alegría enorme, voy a hacer esta película que es tan importante y le voy a dar todo lo que tengo”.
El rodaje ya terminó, la postproducción está casi a punto. ¿Cuál es el balance que hace de ‘Lidice’?, le preguntamos.
“A mí ‘Lidice’ me hizo llorar mucho ahora que la vi ya montada. Creo que tiene mucha profundidad. Independientemente de la historia de la masacre como tal, es la historia de un hombre y todo lo que le pasa alrededor de esos tiempos. Y cómo a un ser humano le puede cambiar tanto la vida en un segundo. De repente es un padre con familia y al día siguiente puede ser que ya no tenga nada. Y en términos históricos, cada vez que la veo me pega y le descubro otra cosa, me duele y me mueve y me pongo triste. Creo que va a mover mucho a la gente. En términos emocionales es fuerte”.Antonio Riestra cuenta que durante la postproducción, los días que trabajó en la corrección de color en la secuencia de la masacre fueron muy duros.
“Estuve dos semanas haciendo el color. Y hay una secuencia, que no es larga, la masacre como tal, que ocupa un tiempo en pantalla considerable. Y cuando empezamos a hacer el color, que nos tardamos como tres días, cada vez que salía en la noche a casa lo primero que quería era respirar, sentir el aire, olvidarme de eso, porque sí te metes. Creo que sí logramos que la historia y la atmósfera se cuente, no le veo ahora ningún hueco a la película, la veo redonda, pero yo soy muy mal ejemplo para hablar de una película que yo hice porque como le tengo mucho cariño”.‘Lidice’, dirigida por Petr Nikolaev, será estrenada el 9 de junio próximo y desde ya es una de las películas checas más esperadas del año. Cuenta con el actor Karel Roden en uno de los papeles principales.