Czechmade: La situación de los inmigrantes en forma de cómics

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Con el proyecto Czechmade, el Centro Multicultural del Praga ha querido llamar la atención sobre la situación de los trabajadores inmigrantes en la República Checa. Y lo ha hecho a través de ocho historias personales contadas en formato cómic.

Marie Jelínková  (Foto: autor)
La alegre música balcánica de la banda Ahmed Má Hlad sirvió de telón a la inauguración de Czechmade. Desde este martes y hasta el 27 de febrero, los praguenses podrán leer en plena calle los cómics que forman parte del proyecto, expuestos en gran formato y acompañados de un reportaje al que sirven de ilustración.

Desde el drama de una ucraniana obligada a prostituirse a las vicisitudes de los mongoles atraídos por el sueño checo, pasando por los gitanos eslovacos que trabajan en la construcción o los ciudadanos de la Unión Europea empleados por las multinacionales.

Czechmade forma un calidoscopio de diferentes aspectos de la inmigración laboral en la República Checa, y al mismo tiempo es un collage de diferentes autores y formatos, como nos cuenta una de las autoras, Marie Jelínková.

“Al principio buscamos expertos y periodistas dispuestos a escribir un reportaje sobre los temas que seleccionamos por considerarlos más característicos o más candentes. Para acompañar a los reportajes se hicieron fotografías, y luego de pronto se nos ocurrió que los temas se podrían abordar mejor en forma de cómics. Así que buscamos dibujantes que fueran capaces de sumergirse en la temática y crear un cómic a partir del reportaje”, explicó.

Jakub Hurrle  (Foto: autor)
El nombre de Czechmade, distinción usada normalmente por los fabricantes checos como marca de calidad, se usa en este caso para resaltar que además de la calidad del producto existe también la calidad de las condiciones de trabajo, que no es igual para todos. Según el Centro Multicultural, es necesario crear un debate público sobre cómo traer fuerza de trabajo extranjera sin amenazar los derechos de los inmigrantes. Para el director de la asociación, Jakob Hurrle, para evitar la explotación y el doble rasero es necesario un cambio de punto de vista por parte de las instituciones.

“La inmigración laboral es un proceso nuevo en este país, y temo que se repitan los mismos errores que por ejemplo en Alemania durante los años 50, 60 y 70. Es decir, que se piense que van a venir solo máquinas de trabajar que se necesitan momentáneamente y que luego se van a marchar. Esto genera condiciones que pueden dar lugar a la segregación o a la exclusión social”, comentó.

En marzo la exposición se trasladará a Brno y más tarde a Ostrava. Los interesados pueden también comprar la recopilación de cómics y reportajes en las librerías de la República Checa. Podrán encontrar más información en www.migraceonline.cz/czechmade.