Consideran reanimar la marca Made in CzechoSlovaquia
La antigua marca Made in CzechoSlovaquia podría volver a revivir a pesar de que el Estado común de los checos y los eslovacos dejó de existir hace ya más de dos décadas. Representantes del Banco de Exportaciones checo y del banco eslovaco Eximbanka firmaron este martes en Bratislava un acuerdo de colaboración, en el que se cuenta con tal eventualidad.
Durante su visita este mes a Praga, el presidente eslovaco, Andrej Kiska, rechazó la idea de la recuperación de la respetada marca de exportaciones Made in CzechoSlovaquia. Kiska insistió en que el tema es cuestión del pasado y que actualmente Chequia y Eslovaquia deben ir conquistando los mercados extranjeros y formando su renombre en el exterior cada uno por su cuenta.
El vicepresidente de la Unión de Industria y Transportes checa, Radek Špicar, reconoce que la marca sigue teniendo buena reputación en el mundo.
”La marca Made in CzechoSlovaquia sigue siendo apreciada especialmente fuera de la Unión Europea, en los llamados terceros mercados. Considero positivo por tanto recordar mediante esa marca a los socios comerciales de esos países que la República Checa y Eslovaquia son los Estados seguidores de la desaparecida Checoslovaquia. Positivamente valoro también el hecho de que el Banco de Exportaciones checo y el Eximbanka eslovaco quieren colaborar más estrechamente”.También Špicar considera sin embargo que no es razonable utilizar la antigua marca Made in CzechoSlovaquia para los productos de exportación de los dos países, en vista de que la frase ‘made in’ determina que el producto fue fabricado en un determinado estado, pero en el caso de Checoslovaquia este Estado común ya no existe. Por ese motivo, según Špicar, el aprovechamiento de la mencionada marca podría resultar absolutamente desconcertante.
Según el funcionario de la Unión de Industria y Transportes checa, la marca Made in CzechoSlovaquia es además innecesaria.
”Lo que vende los productos en la actualidad es especialmente su calidad, la relación precio-rendimiento, innovación, valor añadido y no el nombre del territorio, en este caso además desconcertante, de donde proviene el producto”.En lo que respecta a la ampliación de la colaboración mutua de los bancos de exportaciones de los dos países, Špicar apoya el proyecto y sostiene que puede beneficiar a ambas partes. Destacó el intercambio de información sobre importadores y exportadores de confianza y la promoción de proyectos y transacciones financieras conjuntas.
El objetivo del Banco de Exportaciones checo (ČEB) es respaldar las exportaciones a territorios de más riesgo. La mayor parte de sus créditos, hasta el 44%, va dirigida a la Federación Rusa, seguida de Turquía, Georgia, Azerbaiyán y Ucrania.