Consejo de Seguridad del Estado envió policías antimotines al norte del país
El Consejo de Seguridad del Estado decidió enviar unidades de la Policía Antimotines al norte de Bohemia para velar por la seguridad de los habitantes de la región. La tensión entre los ciudadanos aumenta, el detonador fue un brutal ataque perpetrado por unos 20 gitanos contra seis jóvenes indefensos.
Seis jóvenes salieron de una discoteca y delante de la casa de uno de ellos, en la ciudad de Rumburk, decidieron encender un cigarrillo antes de irse a dormir. De un cercano bar salieron entre 15 y 20 gitanos que empezaron a agredirles verbalmente. Los seis jóvenes trataron de tranquilizarles, pero al ver que no era posible se refugiaron en la vivienda. La turba destruyó la puerta y dieron una brutal paliza a los jóvenes, uno terminó con heridas de gravedad en el hospital.
Agencias de bienes raíces han trasladado a la zona a familias gitanas de otras ciudades del interior del país, explicó a la Radio Checa la alcaldesa de Šluknov, Eva Džumanová.“No disponemos de instrumentos legales para intervenir. No podemos prohibir a los dueños de los edificios de apartamentos que no alquilen viviendas a personas que puedan resultar problemáticas, no podemos regular la migración de personas a la ciudad”, indicó Džumanová
Los lugareños se sienten acosados y temen por su seguridad. El primer ministro, Petr Nečas, pidió al Consejo de Seguridad del Estado el envío de policías antimotines para que velen por la seguridad y el orden.
Hace varias semanas la ciudad de Rumburk protagonizó otro desagradable incidente. Un grupo de gitanos atacó con machetes a los clientes de una casa de juegos argumentando que defendían a unos menores gitanos que habían sido agredidos.El aumento de la tensión entre la minoría gitana y la población mayoritaria pasa uno de sus peores momentos. Recientemente unos desconocidos lanzaron un coctel molotov contra una vivienda gitana atentando contra la vida de unas 11 personas.
Grupos ultraderechistas han empezado a organizar actividades de protesta en el norte de Bohemia, pero las autoridades no les han extendido los permisos necesarios.
El alcalde de Rumburk, Jaroslav Sykáček, adelantó que el envío de policías ha sido muy bien recibido por los habitantes que se sienten más seguros y protegidos.Si bien no se trata de una solución de largo plazo, el Gobierno dio a entender, que tras lo ocurrido en Gran Bretaña, no permitirá ningún tipo de disturbios ni enfrentamientos en las calles de las ciudades del norte del país.