Con réplica del Avia BH-5 recuerdan hazaña aérea del piloto Zdeněk Lhota
En un avión de madera los checos ganaron hace 85 años el premio internacional de aviación que convocaba entonces el Rey de Bélgica. El piloto Zdeněk Lhota voló de Praga a Bruselas en su nave Avia BH-5 haciendo famosa a la aeronáutica checa.
El piloto Zdeněk Lhota no lo pensó dos veces, se inscribió en el certamen, y con su avión, hasta ese momento prácticamente desconocido, derrotó a todos los contrincantes llevándose a casa el gran premio.
Pasados 85 años de aquella hazaña, el piloto Milan Mikulecký decidió rendir un homenaje a los inicios de la aviación checa y construyó una réplica del Avia BH-5 y realizó el mismo recorrido.
Según explicara Mikulecký se trató de un viaje lleno se sobresaltos, fuertes vendavales, turbulencias, pero sobre todo el sofocante calor provocó problemas a la aeronave.
Al igual que Zdeněk Lhota, el piloto Mikulecký recorrió los 760 kilómetros que separan Praga de Bruselas. El recorrido se efectuó en seis etapas y la velocidad promedio fue de 110 kilómetros por hora a 300 metros de altura.
En el recorrido que copió el viaje histórico de Lhota, participó también el piloto Marcel Sezemský con una réplica del avión BH-1 que no pudo participar en la competición de 1923 porque su motor no respondía a las exigencias de entonces.
El éxito del avión Avia BH-5 fue tal que la Fuerza Aérea belga compró 44 aeronaves checas para su flota de guerra.
Los pilotos anunciaron que el viaje de vuelta a Praga lo harán en un solo día y adelantaron que la aeronave Avia BH-5 volverá a mediados de septiembre a Bélgica donde será expuesta en el museo militar.
