Cómo viven los gitanos checos en Canadá
Los gitanos checos no cambian su estilo de vida ni en Canadá. Gran mayoría de ellos permanece durante años sin trabajo, dependiendo de los subsidios del Estado canadiense. Pero pese a gastar la mayor parte de estos en el alquiler, muchos gitanos exiliados en ese país poseen automóviles, computadoras, televisores caros y se pagan programas televisivos por cable que no son nada baratos. Y se niegan a explicar cómo lo logran.
Los cambios democráticos en la República Checa marcaron notablemente la vida de la etnia gitana. La pérdida de numerosas ventajas sociales y el surgimiento de los movimientos neonazis llevaron a muchas familias gitanas checas buscar asilo en diversos países y, sobre todo, en Canadá. La ola de inmigración que se desató en 1997 fue tan amplia que hasta llevó a la administración canadiense a introducir la obligación de visado para los ciudadanos checos.
El sentimiento de una mayor seguridad es lo que más atrae a los gitanos checos a Canadá. La mezcla de nacionalidades, típica no sólo para Toronto, les hace perder el miedo y el sentimiento de aislamiento. Sin embargo, lo difícil está en comenzar. Y la mayor complicación radica para ellos en el desconocimiento del idioma y la falta de cualificación.
Pese a que la vida de los gitanos checos en Canadá no corresponde del todo a lo que se imaginaban, pocos desearían volver a la República Checa. Muchos argumentan con que Canadá les ofrece mayores perspectivas para encontrar buen empleo. No obstante, adquirirlo se muestra para ellos casi imposible precisamente por la falta de cualificación y de conocimiento del idioma.
Debido a que aprender el idioma resulta para los gitanos checos muy difícil, comunican casi exclusivamente entre sí. Para no sentirse aislados las familias gitanas viven cerca una de la otra en la periferia de Toronto. Además, las diferencias culturales y la incomprensión del sistema legislativo les causan muchos problemas. Por ejemplo, lo que los gitanos consideran como una simple pelea es calificado por la administración local de acto criminal. Lo que consideran como un préstamo temporal, la policía lo califica de robo.
De manera más rápida se acostumbran al nuevo modo de vida en Canadá los ninos gitanos que, al frecuentar las escuelas, aprenden fácilmente el idioma y adquieren nuevos conocimientos.