Comisión Europea: La economía checa es estable
La evaluación de los países candidatos, divulgada este martes por la Comisión Europea, destaca que la economía checa es estable y que está relativamente bien preparada para el ingreso en la Unión Europea. Pero el Gobierno checo debería considerar prioritaria la corrección de las deficiencias que la Comisión Europea critica.
El primer ministro, Milos Zeman, resaltó el hecho de que la Comisión Europea hubiera evaluado a la República Checa como un país que cuenta con una funcional economía de mercado. En el informe evaluador del año pasado constaba que la República Checa podía "considerarse" como una economía de mercado. Zeman opina que este cambio de la evaluación de la economía checa por la Comisión Europea refleja el progreso alcanzado por la República Checa en su camino a la Unión Europea.
La favorable tónica del informe de la Comisión Europea ha sido apreciada también por la oposición. Karel Kuhnl,vicepresidente de la Unión de la Libertad, afirma: "El gobierno puede enorgullecerse con todo derecho de que la actual evaluación sea mejor que la del año pasado. Es positivo que la economía checa haya sido calificada de economía de mercado estable". Pero Karel Kuhnl agrega: "Al mismo tiempo, el Gobierno debería tomar en consideración las críticas, y es que la evolución negativa de las finanzas públicas "por sólo citar un ejemplo- representa un verdadero peligro".
Políticos y economistas checos consideran de gran peso la advertencia de la Comisión Europea de que en la República Checa existe un ambiente que propicia la corrupción. Este reproche lo considera justo hasta el ministro del Interior, Stanislav Gross. Bruselas critica también que el Gobierno de Milos Zeman suela adjudicar a empresas privadas contratos multimillonarios sin convocar licitación pública alguna.
Cada año el informe de la Comisión Europea ha criticado el poco avance de la República Checa en la reforma de la administración estatal. En la evaluación divulgada hoy martes, la Comisión vuelve a criticar la inexistencia de una Ley de la Función Pública en la República Checa y expresa la preocupación de que la falta de tal normativa fortalezca el poder de la influencia política en el nombramiento de los funcionarios.