Comida Casera: cocina latinoamericana para el paladar checo
Comida Casera es un grupo formado por latinoamericanos y checos interesados en el arte culinario y en cocinar y difundir en Chequia las distintas gastronomías de Latinoamérica. Conversamos con el chef boliviano Flavio Viveros, creador e ideólogo de Comida Casera.
Comida Casera es ahora un grupo integrado por latinoamericanos radicados en Chequia interesados en mantener viva la rica tradición culinaria de esos países y por checos interesados en aprender más sobre las distintas gastronomías de esa región del mundo.
Flavio Viveros, su fundador, un chef boliviano que ha estado involucrado en la mayoría de los restaurantes latinoamericanos que han surgido en Praga los últimos años, recuerda de los orígenes de este proyecto.
“Comida Casera es un grupo de latinoamericanos y ahora también checos. Por parte de los latinoamericanos, que saben cocinar o que les gusta y son muy exigentes con la comida tradicional. Y por parte de los checos son más que todo sponsors que nos ayudan a difundir nuestra cultura. Comida Casera nació ya hace dos años, legalmente, pero inspiradamente ya desde hace unos 8 años. El nombre Comida Casera fue gracias a un amigo de Paraguay que la verdad él no sabía cocinar, y llegaba con sus bolsitas de merienda que le daban en la escuela y también con otro amigo colombiano y decían: ‘Quiubo, Flavito, aquí le traemos las armas usted hace la guerra’. Entonces ellos esperaban de mi que con esos ingredientes hiciera una comida, entonces con otras amigas más de Bolivia, de Venezuela intentamos hacer algo que nos recordará a nuestros países”. Entonces el proyecto nació como una manera de comer bien con poco presupuesto en la época universitaria de Flavio y sus amigos y después ya se convirtió en otra cosa.“Y empezamos a cocinar poco a poco y luego como que todo el crédito se fue quedando conmigo, ya que yo era el de la iniciativa de decir, no esto se va hacer así, el líder quizás en ese entonces. Algunos ya se fueron saliendo de que Comida Casera es lo que nosotros cocinamos, lo que es de casa. No que se cocine en casa sino lo que es de casa. Y finalmente cuando entré ya en contacto como con entidades así como el Hotel Hoffmeister o tal vez Hotel Plaza u otros hoteles también en České Budějovice o Pardubice, pues ya tenía que representarme de algún modo y me representé a través de mi grupo que nos seguían y nos apoyaban y era comida casera”.
Comida Casera de a poco ha ido creciendo y además tienen la suerte de contar con asesoría directa en los países latinoamericanos involucrados en este proyecto, agrega Flavio Viveros.“Hoy en día tiene también integrantes no sólo aquí en la República Checa sino también en México, Perú, en Bolivia, también en Chile. Nosotros cuando encontramos algún producto o un restaurante nos ponemos a estudiar, gracias a estos contactos por toda Latinoamérica y recibimos las opiniones, las críticas, cómo mejorar ese producto o cómo mejorar ese establecimiento. Es una manera mucho mejor de estar participando constantemente con lo que es la cocina latinoamericana que abrir un restaurante”.
Esa es la idea. Difundir las diferentes gastronomías latinas, educar al consumidor checo.“Nosotros tenemos un pequeño estudio de cocina ya que esperamos algún día tener una escuela de cocina latinoamericana porque ya nos están exigiendo muchas personas, quieren hacer por ejemplo las arepas de Venezuela, y también saber la diferencia entre las arepas colombianas y venezolanas, muchas personas quieren conocer la diferencia entre un ceviche peruano y un ceviche mexicano, otras personas quieren saber sobre la cultura boliviana, qué comen y si se puede cocinar algo boliviano acá”.
Comida Casera nació también con la idea de integrar a los latinoamericanos radicados en esta parte del mundo.
“Ese es el objetivo de Comida Casera difundir la cultura latinoamericana a través de la cocina y de la comida, ya que es un punto, un factor que nos ayuda a integrarnos más que todo a los nuevos latinoamericanos que a los antiguos. Los antiguos deberían ser los líderes, aquellos padres que ayuden a los nuevos latinos que llegan porque como todos, cuando llegamos jóvenes acá, yo llegué con la edad de 18 años, pues estaba algo perdido, no sabía adónde acudir pero poco a poco aquéllos que ya estaban acá desde hacía más tiempo me explicaron como integrarme en la cultura checa”.¿Y cómo le ayudaron a integrarse esos latinoamericanos que ya vivían en Praga?
“El consejo fue: ¿Quieres integrarte? Tienes que ser checo, tienes que beber cerveza, tienes que hablar checo, tienes que comportarte como checo. Si te gusta en un año puedes quedarte dos, y si no te gusta puedes retornar a tu país porque te sientes feliz allá. Entonces la prueba es ser feliz, y si nosotros queremos que esa gente nueva que llega de Latinoamérica se integre mucho más rápido que nosotros pues yo creo que la comida es un gran ejemplo y si ellos van a encontrar restaurantes o establecimientos donde puedan ellos sobresalir así como si uno va a la Bodeguita cubana cualquier cubano que llegue es muy bien recibido, si uno es mexicano y va al restaurante Siete Tacos en cuanto se enteran que es mexicano lo aceptan y lo tratan muy bien”.
También se encargan de educar a los diferentes chefs y restaurantes checos para que sepan qué hacer con productos latinoamericanos, introduciendo nuevos platillos en el mercado local.“Aparte de que nosotros empezamos gracias a sponsors, padrinos, que son nuestros mismos proveedores. Ellos tienen un producto que no saben venderlo pero saben que en Latinoamérica tienen éxito. Hablemos por ejemplo de la salsa verde, les llega en paquetes enormes pero no saben como vender al paladar checo, y gracias a Comida Casera ellos nos envían a los lugares, nosotros les damos clases, recibimos algo, tal vez productos o tal vez un poco de ayuda monetaria”.
Y como ejemplo pone los chilaquiles, un platillo mexicano que antes tenía mala fama, porque los checos pensaban que era algo muy picante y ahora es el pan de cada día de un restaurante de Praga que recurrió a la ayuda de Comida Casera, para saber cocinar y presentar al público checo los platos de la diversa y rica gastronomía latinoamericana.