Cierran el espeluznante caso Kuřim de maltrato infantil

Kateřina (delante) y Klára Mauerová (Foto: CTK)

El Tribunal Superior de Olomouc confirmó la condena de entre cinco y diez años de prisión para los delincuentes de Kuřim. Se trata del peor caso de maltrato infantil en la historia del país.

Kateřina  (delante) y Klára Mauerová  (Foto: CTK)
Tras dos años de investigaciones e interrogatorios fue cerrado uno de los casos más brutales de maltrato infantil en la historia del país. La violencia con la que actuaban los delincuentes impactó a la población y hasta impulsó al Gobierno a adoptar medidas que garanticen una mayor protección de los menores ante el maltrato.

Nueve años de cárcel para la madre de los niños maltratados, Klára Mauerová. Diez años para su hermana Kateřina Mauerová. Entre cinco y siete años de prisión para el resto de los implicados. Éste es el veredicto del Tribunal Superior de Olomouc en el caso Kuřim de abuso y maltrato infantil.

El abogado de Klára Mauerová, Daniel Ševčík, recalcó que, a pesar de la sentencia adversa, su clienta está conforme.

“La Justicia le creyó a Klára Mauerová que le habían manipulado, que fue delincuente y víctima al mismo tiempo y que, aunque parezca totalmente absurdo, fue convencida que hacía el bien al maltratar a sus hijos. Es lo más importante para mi clienta”, señaló Ševčík.

Abogado de Klára Mauerová,  Daniel Ševčík  (Foto: CTK)
Por su parte, el abogado de Kateřina Mauerová, Pavel Holub, rechazó el protagonismo de su defendida en el caso e insistió en que la principal culpable de maltrato de los niños fue su madre.

El caso fue descubierto por casualidad el 7 de mayo de 2007. El vecino de Klára Mauerová conectó en su casa la cámara vigila bebés cuando de repente apareció en la pantalla la imagen de un niño desnudo y atado, encerrado en un sótano. El hombre reconoció al hijo de su vecina y llamó a la Policía.

La investigación reveló que Klára Mauerová y su hermana Kateřina sometieron durante un año a los niños Ondřej y Jakub, de siete y diez años, respectivamente, a un sistemático maltrato y tortura. El objetivo de su actuación fue suprimir la personalidad de los niños para convertirlos en seres dóciles que obedecieran cualquier orden sin cuestionarla.

La Policía sospechaba la participación en el caso de varias personas, en su mayoría, miembros de la secta ‘Movimiento del Grial’, al que pertenecían también las hermanas Mauer. Algunos fueron condenados, otros absueltos por falta de pruebas.