Científicos checos encuentran nueva forma de limpiar la naturaleza de sustancias químicas nocivas

Un equipo de científicos de la Universidad Masaryk de Brno, en colaboración con colegas alemanes y japoneses, ha desarrollado una enzima capaz de limpiar rápidamente de la naturaleza zonas contaminadas hace décadas. Publicaciones científicas de prestigio ya se han hecho eco del hallazgo.

La acción del hombre sobre la naturaleza ha causado estragos en numerosas ocasiones. En el mejor de los casos, años después, llegan otras personas para intentar arreglar los daños. Uno de los objetivos de los científicos desde hace tiempo es la eliminación de sustancias químicas que han contaminado aguas o se han filtrado en la tierra por culpa de vertidos o uso de ciertos pesticidas. La Universidad de Brno ha dado un gran paso adelante en esa dirección. La clave está en una enzima que descompone el tricloro propano, una sustancia utilizada en industria que el tiempo demostró que era muy peligrosa para la salud y que permanece en la naturaleza.

Radka Chaloupková, experta del Instituto de biología experimental de la Universidad Masaryk de Brno, habla de las propiedades de la sustancia que han desarrollado.

“Se trata de una enzima de la bacteria rhodococcus rhodochrous, que se descubrió que puede descomponer el tricloro propano de forma natural pero muy lenta. Con ingeniería proteica hemos conseguido mejorar su actividad en la descomposición 36 veces”.

El descubrimiento es reciente y aún se encuentra en una de sus primeras fases de desarrollo. Sin embargo, la sustancia podría ya resultar en breve de utilidad, antes incluso de que lleguen nuevos desarrollos de mayor eficacia, según explica Chaloupková.

“Pensamos que al aplicar la sustancia un terreno podría quedar descontaminado en el plazo de un mes. Pero este es solo el primer paso. Nuestro objetivo es preparar una bacteria que acabe directamente con el tricoloro propano”.

La intención principal del equipo de científicos es descontaminar la naturaleza de sustancias como el DDT, pesticida del que se lanzaron desde aviones millones de toneladas sobre los campos de todo el mundo y en especial en países socialistas, donde era muy utilizado. En 1972 fue prohibido, pero por sí solo tardaría cientos de años en desaparecer. Aún hoy es causa de cáncer, infertilidad y mutaciones genéticas. Los científicos ya piensan en cómo empezar a aplicarlo, explica Radka Chaloupková.

“Estamos en el buen camino. En el momento actual pensamos que nuestra enzima ya se podría aplicar, además de la limpieza de terrenos, en la de aguas subterráneas. Para el caso de las aguas habría que utilizar biorreactores, recipientes que mantuvieran la temperatura ideal del agua en 37 grados, la temperatura ideal para la actividad de la enzima. Al medio ambiente saldría del biorreactor el agua limpia de tricloro propano”.

Una prestigiosa publicación sobre biología química ya ha dirigido su atención sobre el descubrimiento, y tras ellos, toda la comunidad científica, como continúa relatando Chaloupková.

“Desde que publicamos nuestro descubrimiento en la revista Natural Chemical Biology, se ha despertado el interés por nuestra sustancia en todo el mundo”. Las posibilidades del descubrimiento no se limitan a la descontaminación. La científica nos explica otra opción que barajan en la Universidad de Brno.

“El método que hemos aplicado para mejorar las propiedades de esta enzima, es universal, se puede aplicar a enzimas parecidas para que eliminen otras sustancias tóxicas. Por ejemplo, hay otras sustancias que con nuestro método, una vez que haya sido posible eliminar cierto elemento tóxico podrán ser utilizados como base para la preparación de medicamentos”.

Y esto no es todo. Siguiendo el mismo principio el equipo checo trabaja ya con científicos israelíes en la descomposición de biomasa en sustancias sencillas. Con este proceso se consigue una fuente de calor, y por tanto de energía, uno de los problemas de las civilizaciones actuales. Todo apunta a que el descubrimiento de los científicos de la Universidad de Brno tiene unas posibilidades comerciales extraordinarias.