Chequia y Polonia crean primera reserva internacional de la oscuridad
Astrónomos checos y polacos han seleccionado una zona en las montañas Jizerské, en la frontera entre ambos países, y la han declarado reserva internacional de la oscuridad. Se trata de una curiosidad a nivel mundial.
Astrónomos de ambos países han acordado crear en el lugar una reserva internacional de la oscuridad. Petr Heinzel, director del Instituto de Astronomía de la Academia de Ciencias checa, explica sus motivos para apuntarse al proyecto.
“Es una maravilla observar el cielo oscuro lleno de estrellas. Es totalmente distinto de lo que se experimenta en las grandes ciudades donde uno queda deslumbrado con la iluminación callejera y los reflectores de las discotecas”, sostiene Heinzel.
La reserva se extiende por un territorio de 75 kilómetros cuadrados, situado a ambos lados de la frontera checo-polaca, entre las aldeas de Jizerka y Orle.
Se trata de la primera reserva internacional de este tipo, destaca el astrónomo Pavel Suchan.
“En el mundo existen cerca de diez reservas de oscuridad. Se trata, sobre todo, de diferentes parques naturales. Éste es el primer caso cuando se crea una reserva internacional de este tipo, es decir, una reserva de oscuridad compartida por dos países”, subraya Suchan.
La legislación checa no dispone actualmente de ninguna ley que prohíba el uso de ciertos tipos de lámparas y reflectores de luz ni que limite la iluminación de las ciudades y los pueblos, en general.
Los astrónomos confían en que los habitantes de la nueva reserva respeten voluntariamente las reglas establecidas por ellos, dice Pavel Suchan.
“No es cuestión de renunciar del todo a la iluminación. Comprendemos que la gente no puede vivir en la oscuridad. Lo que queremos es que la iluminación se realice de forma cuidadosa”, indica Suchan.
Los astrónomos solicitan, por ejemplo, que los alcaldes de Jizerka y Orle no instalen en las aldeas el alumbrado público y que los empresarios de la zona no utilicen la publicidad luminosa.
La Administración de la Reserva Natural de las montañas Jizerské, que vigilará el cumplimiento de estas reglas, espera que la medida suponga beneficios para la localidad, según afirma su director, Jiří Hušek.
“La reserva de la oscuridad representa cierto atractivo que puede ayudar a los ciudadanos y empresarios de la zona a desarrollar sus actividades, aumentando el número de turistas que visiten el lugar”, destaca Hušek.
Bajo condiciones óptimas, es posible observar desde Jizerka hasta mil estrellas a la vez, mientras que en las grandes ciudades el número oscila entre 20 y 200.
Además de perturbar el trabajo de los astrónomos, la contaminación lumínica tiene efectos negativos sobre las plantas, los animales y el hombre. Pavel Suchan da un ejemplo que lo comprueba. “La melatonina, que protege el organismo humano contra el cáncer, es capaz de producirse sólo en la oscuridad”, indica el astrónomo.