Chequia refuerza inspecciones veterinarias para combatir el maltrato animal en granjas
La Administración Veterinaria en Chequia inició en estos días una nueva ronda de inspecciones en las granjas de la industria láctea. El año pasado, los inspectores verificaron el maltrato de vacas en casi la mitad de las granjas sometidas a control.
Los inspectores veterinarios planean visitar entre 60 y 80 granjas de la industria láctea en toda la República Checa durante las próximas semanas. El objetivo es verificar si las vacas son maltratadas o, por el contrario, se respetan las condiciones básicas de bienestar de los animales, especialmente de las vacas lecheras.
Estos controles, al igual que los centrados en las condiciones de cría de otros animales, se realizan con relativa frecuencia, debido a que la Administración Veterinaria recibe a menudo quejas de parte de los ciudadanos o protectores de animales, relativas al maltrato de vacas, ovejas, pero también de perros, gatos, etc.
A finales del año pasado los veterinarios realizaron inspecciones en 19 granjas de la industria láctea, sobre todo en la región de Vysočina, a raíz de unos videos horrorosos sobre el maltrato a las vacas, que habían sido publicados por distintos protectores de animales y de la naturaleza. En nueve establecimientos los inspectores confirmaron la veracidad de las quejas, tal como recordó para la Radio Checa el portavoz de la Administración Veterinaria, Petr Vorlíček.
“En tres casos puntuales, que fueron los más serios, pasamos el tema a la Policía porque, según nuestra opinión, se trataba de una seria violación de la norma de protección de los animales contra el maltrato. En seis granjas, donde también se maltrataba a los animales, aunque no de un modo tan intenso, pasamos el caso a las municipalidades correspondientes”.
Los propietarios de la mayoría de las granjas procesadas por la violación de las normas de la cría de animales suelen defenderse diciendo que carecen de finanzas suficientes para garantizar el estado de bienestar de los animales en su gestión. Sin embargo, tal como afirman los inspectores, la buena voluntad de las personas que cuidan de los animales es, en este caso, fundamental.
Por ejemplo, una de las granjas de la región de Vysočina que antaño había sido castigada por el maltrato a los animales de parte uno de sus empleados, quien supuestamente les pegaba con una pala a las vacas, hizo todo lo posible para que los ciudadanos volvieran a confiar en su trabajo, invirtiendo millones de euros, en los últimos años, en la modernización de sus establos y su equipamiento, a tal punto que sus empleados tuvieron que firmar un código ético de trabajo con los animales, según dijo a la Radio Checa Karel Vašourek, director de la granja agrícola de Puklice, en la región de Vysočina.
“Cuando nos hemos enterado de lo que había pasado, del maltrato de las vacas en nuestra cría, enseguida hemos hablado con todos los empleados y les dimos a firmar un código ético para poder seguir trabajando aquí. Y les dijimos también que en el caso de violar ese código o alguna norma de cuidado de los animales, enseguida serían despedidos”.
Esa fue, precisamente, la represalia que se tomó contra el empleado que, al parecer, les pegaba a las vacas con una pala, y cuyo caso fue investigado también por la Policía, como agregó Karel Vašourek.
“Era un hombre que estuvo empleado aquí poco tiempo. Cuando salió a la luz que maltrataba a los animales, lo hemos despedido luego de dos meses de haber trabajado aquí. Además, no era un trabajador permanente, sino ocasional”.
De acuerdo con la legislación de la República Checa, los tribunales pueden condenar a una persona acusada de maltrato de animales a seis años de prisión.
