Chequia procede a la destrucción de vacunas sobrantes contra la gripe A
Del pedido inicial de un millón de vacunas contra la gripe A (H1N1), el Estado checo finalmente compró 700.000. Sin embargo, hasta el presente sólo se han vacunado unas 69.000 personas en el país. La gran mayoría de las vacunas sobrantes será destruida en los próximos días.
“Antes del 30 de junio queremos reunir todas las vacunas que se habían distribuido entre los médicos y los centros de vacunación, seleccionar las que aún puedan utilizarse y destruir el resto. Unas 120.000 dosis pasarán a las reservas estratégicas del país. Actualmente se estudia la posibilidad de utilizarlas para la vacunación preventiva de personas mayores en los centros geriátricos”, sostiene la ministra.
Cuando en agosto del año pasado el Estado checo encargó a las empresas farmacéuticas un millón de vacunas contra la gripe A, muchos criticaron al Gobierno por subestimar el riesgo de la pandemia. Pero pronto quedó claro que las 700.000 dosis que finalmente se habían comprado eran más que suficientes.
La vacunación le inspiró poca confianza a la ciudadanía y fue rechazada por los máximos representantes del Estado, así como por el personal sanitario. Al final se ha vacunado menos del uno por ciento de la población checa.
El país ha gastado en total 13 millones de euros para paliar los efectos de la gripe A. El primer ministro en dimisión, Jan Fischer, rechaza las especulaciones sobre un supuesto desperdicio de dinero.
“Era difícil tomar decisiones cuando la Gripe A se divulgaba por el mundo. Ahora todos saben bien cómo debió hacerse. Pero me gustaría ver su reacción en caso de que el Estado no hubiera comprado ni una sola vacuna y la pandemia hubiera invadido el país”, destacó Fischer.
La gripe A se ha cobrado 102 vidas humanas en la República Checa. Los expertos advierten, sin embargo, que el número podrían aumentar en el futuro. Según recientes estudios, el virus se ha difundido entre los puercos de China y sigue mutando.