Chequia pone en marcha el aparato que podría reemplazar la radiología clásica
La República Checa puso en marcha un aparato revolucionario, cuya importancia es comparada por los expertos con el invento de los rayos X y del microscopio. El nuevo dispositivo permite seguir los procedimientos en el organismo con un método menos dañino que la radiología y el uso de los medios de contraste. El aparato se está probando en animales de laboratorio y se espera que se pueda usar para pacientes humanos, a lo más tardar, dentro de diez años.
El aparato utiliza una tecnología única de visualización de organismos por medio de partículas paramagnéticas, capaces de seguir con precisión la vida de una célula o el efecto de un medicamento, según explicó Luděk Šefc, jefe del Centro Preclínico Avanzado de la Facultad de Medicina de la UK.
“Funciona de manera que preparamos un medio de contraste que inyectamos en el aparato circulatorio y luego lo podemos visualizar en este dispositivo. Con la señal magnética luego podemos marcar una célula o macromolécula o un portador de medicamento y seguir cómo circulan por el cuerpo, adónde llegan y en qué influyen”, dijo.
Un aparato menos dañino que los rayos X
La mayor ventaja de dicha tecnología es que su uso es menos dañino para el cuerpo humano que los métodos utilizados habitualmente hoy día.
“Este aparato, además, posibilita un monitoreo mucho más rápido que los que utilizamos hoy como la imagen por resonancia magnética, tomografía computarizada y tratamiento radiológico en tomografía por emisión de positrones. El medio de contraste que utilizamos no es tóxico ni radiactivo, no se trata de radioisótopos”, subrayó el perito.Además, la exactitud y la resolución del aparato son de tan alta calidad que se supone que en el futuro éste podría reemplazar en los hospitales grandes los dispositivos utilizados en la actualidad, aunque por el momento apenas está en la fase de pruebas en animales de laboratorio.
“El horizonte real de tiempo para poder utilizarlo en pacientes humanos es de cinco a diez años”, asegura el jefe del Centro Preclínico Avanzado de la Universidad Carolina.