Chalupa - la segunda casa de los checos

Chalupa

¿Sabían cuál es una de las formas vacacionales más populares entre los checos?. -Chalupaření-, es decir, pasar el tiempo libre en una casa de campo, es todo un fenómeno en Chequia, con el que nos superan a nivel mundial solamente los suecos. En esta edición de Hable Checo con Radio Praga hablaremos a qué se debe esta afición.

Chalupa | Foto: Miloš Turek,  Radio Prague International
¡Estupendo!-skvělé-!Por fin ha llegado el fin de semana-konečně je tu víkend- y vamos a la casa de campo-jedeme na chalupu-.

Me encanta esta afición nacional vuestra -národní záliba-. Aunque no sé qué le veis a pasar todo el tiempo libre en un pueblo-na vesnici-, habiendo en las ciudades bastante diversión-zábava-, no me quejo-nestěžuji si- porque los fines de semana son los únicos días cuando puedo aparcar el coche enfrente de mi casa sin apuros. Y como mis vecinos también siguen esta tradición de marcharse todos los fines de semana, puedo montar fiestas-pořádat večírky- en mi casa sin que me echen la bronca.

Pues, a lo mejor la gente como tú es una de las razones por la que nos marchamos fuera de la ciudad-odjíždíme z města-.

Vale, pero ahora en serio-dobře, ale teď vážně-. ¿A qué se debe este fenómeno y el amor al campo? Aunque en otros países existe también, según una encuesta el 40% de los checos pasa sus vacaciones así y en cuanto al número de casas de campo por cabeza, os superan solamente los suecos.

Srub,  foto: Štěpánka Budková
Esta afición se remonta más o menos a los años 20 del siglo pasado y está vinculada al movimiento scout. Entonces, mucha gente se enganchaba a la lectura de libros del salvaje oeste, lo que les llevó a buscar aventuras-dobrodružství-a la naturaleza-do přírody-; a las montañas-na hory-, cerca de lagos-blízko jezer- y bosques-lesy-. Entonces, allí fueron creciendo cabañas-sruby- y campamentos-tábory-, a donde la gente se escapaba del estrés de las grandes ciudades.

Pero el mayor auge surgió tras la llegada del comunismo, ¿verdad?

Kutilové. foto: Štěpánka Budková
Sí. Al acabarse la Segunda Guerra Mundial, los alemanes tuvieron que abandonar sus casas en la zona fronteriza de los Sudetes. Se las expropió el Estado checoslovaco y se las vendió a sus ciudadanos por un precio casi simbólico. Dado que durante el comunismo era muy complicado irse de vacaciones al extranjero-jet na dovolenou do zahraničí-, pasar el tiempo en las casas de campo se convirtió en un pasatiempo popular. Los hombres checos-čeští muži-, que son generalmente conocidos como bricoladores apasionados-vášniví kutilové-, podían dedicarse a sus aficiones y las como las mujeres a la jardinería-zahradničení- y otras actividades. Y todos se quedaron contentos-spokojení-; tanto los ciudadanos, como el Gobierno, ya que se dice 'el que está jugando, no molesta'-kdo si hraje, nezlobí-.

Entonces, es raro que tras la apertura de las fronteras en 1989 cuando los checos ya pudieron viajar libremente, esta afición no desapareciera, no?

En algún momento quizás se estancó un poco, ya que con la llegada del capitalismo la gente tenía cada vez menos tiempo libre, pero hoy día este fenómeno vuelve a recobrar su fama.

Eso probablemente se debe a la crisis económica-ekonomická krize-, ¿no? En fin, pasar tiempo en una casa de campo es una forma de vacaciones bastante barata.

Dříví,  foto: Kristýna Maková
Puede ser. Lo que ha cambiado desde entonces es el estilo de vida-životní styl- en el campo. Antes era, digamos, un poco más espartana. La gente se solía lavar con agua fría bajo los surtidores-pumpy-, en vez de inodoros había letrinas-suchý záchod- y para calentar la casa-vytopit dům- había que ir al bosque-jít do lesa- y cortar leña-sekat dříví-.

Pero no hay duda de que una casa de campo sirve bien a todas las generaciones de la familia. Los niños pueden jugar en la naturaleza-hrát si v přírodě-, los adolescentes-dospívající- pueden montar allí fiestas y para los casados es un refugio perfecto a donde llevar a sus amantes.

Así es. Y muchos jubilados-důchodci- al final acaban viviendo allí para disfrutar de su vejez-stáří- en la naturaleza.

Oye-poslyš-. En checo hay dos expresiones para una casa de campo. ¿Cuál diferencia hay entre una -chata- y una -chalupa-?

Una –chata- es una casa construida con fines recreativos mientras que una –chalupa- es una casa generalmente más grande que antes servía como una vivienda o una granja.

Hospoda,  foto: Archivo de Radio Praga
Y qué me cuentas sobre las famosas disputas entre los campesinos-vesničané y los praguenses-pražáci-?

Bueno, siempre ha habido un pique entre los capitalinos, que son los que más casas de campo compran, y los campesinos. Estos últimos miran a los praguenses como una rara especie de extraterrestres esnobs y orgullosos y los praguenses los consideran unos palurdos-vidláci-. Pero normalmente todos los conflictos se solucionan en una hospoda, o sea, en un bar, donde todos son iguales.