Cambio de género sí, pero con esterilización
Los transexuales en la República Checa tienen derecho a la intervención quirúrgica necesaria, pero para cambiar de sexo oficialmente necesitan someterse a una esterilización. En el Día Internacional de la Comunidad Transgénero los legisladores checos estudian si eliminar esta condición.
La transexualidad, es decir, el desorden mental consistente en sentirse del sexo contrario, está diagnosticado en la República Checa en unas 30.000 personas, según la organización Translidé. Como en el resto de estados europeos, tienen el derecho a recibir tratamiento hormonal y, si lo aprueban las autoridades sanitarias, ser operados para cambiar físicamente de sexo.
La diferencia con otros países del entorno es que en la República Checa, para tener oficialmente otro género, es necesario someterse a una esterilización. Aprovechando el Día Internacional de la Comunidad Transgénero, los activistas checos han reclamado este viernes el fin de esta condición. Así lo explica el portavoz de la asociación Transparent, Viktor Heumann.“Está condición está de más, y está claramente en conflicto con ciertos derechos relacionados con la salud y la reproducción”.
De hecho según la Declaración Universal de los Derechos Humanos, cada persona tiene derecho a la integridad corporal y autonomía corporal, lo que en teoría impediría que para alcanzar un derecho tuviera que renunciar a otro.
El caso de la República Checa fue llevado el año pasado al Consejo de Europa por la asociación Transfusion en colaboración con Transgender Europe. Aunque el Consejo consideró la queja como admisible, el Gobierno no cambió su parecer.
Ahora sin embargo se ha creado un grupo de trabajo en el Consejo del Gobierno para Minorías Sexuales que estudia la posible anulación de este requisito, indica la viceministra de Derechos Humanos, Martina Štěpánková.“Es necesario seguir comunicándonos en el marco de la Administración Pública qué posibilidades hay y qué pasos habría que dar. Así como qué procedimientos jurídicos habría que cambiar”.
Los transexuales checos se quejan de que la legislación nacional establece una imagen fija y artificial de cómo tiene que ser una persona que cambia de género. Por ejemplo hasta hace unos años otra condición del cambio era que la persona renunciara a sus derechos como padre o madre en caso de que lo fuera.
La realidad es mucho más compleja y se da el caso por ejemplo de matrimonios que no desean divorciarse a pesar de que uno de sus miembros ha cambiado de sexo. También se da el caso frecuente de transexuales que no quieren pasar por la intervención quirúrgica, y mantener sus genitales intactos, pero que sí desearían ser considerados del sexo opuesto a todos los efectos por la Administración Pública, algo que la legislación actual no permite.Varios países europeos, incluidos algunos considerados conservadores en estos temas como Irlanda o Malta, estiman necesario para el cambio oficial de género tan solo el diagnóstico médico de transexualidad, y no precisan ni siquiera de la operación de cambio de sexo para iniciar el procedimiento administrativo.