Cada vez más checos compran un arma de fuego, supuestamente con fines deportivos
Las armas de fuego vienen convirtiéndose en una afición en Chequia. Cada vez más personas adquieren legalmente una pistola, un revólver o una escopeta de perdigones. La mayoría de los propietarios de esas armas consideran la pistola un instrumento deportivo y en su tiempo libre se dedican al tiro al blanco.
A esta afición se dedican miles de personas, según indica Eva Kropáčová, portavoz de la Presidencia de la Policía.
”Los propietarios de armas de fuego deben someterse primero a unas pruebas psicológicas y presentar un comprobante de su buen estado físico. Más de 300.000 personas tienen en posesión legal actualmente unas 700.000 armas de fuego, algunas disponen de todo un arsenal, que conciben como una valiosa colección”.
Las armas de fuego que más se venden en el mercado legal checo son las pistolas, revólveres y escopetas. El precio de una pistola que no sea de las más modernas es de unos 47 euros, mientras que una nueva se consigue por unos 230 euros, aunque su precio puede ser también de miles de euros. La mayoría de los poseedores de estos pertrechos son gente de mayor edad y últimamente aumenta el número de mujeres que pasan su tiempo libre en los campos de tiro, como sostiene René Brym, especialista y vendedor de armas.
”La joven generación casi no se interesa por las armas de fuego. Pero cada vez más mujeres visitan en su tiempo libre los campos de tiro y practican el tiro deportivo. En cambio los jóvenes, al parecer, se divierten mucho más con las armas virtuales en los juegos digitales”.La Policía indica que, curiosamente, los conductores que poseen permiso legal para disponer de armas cometen mucho menos transgresiones de las normas de tráfico en relación con el consumo de alcohol, que los demás. Será porque en caso de que la Policía detenga a un conductor que haya consumido alcohol y se trate de una persona con permiso de llevar armas de fuego, además de ser privada de la licencia de conducir, los policías le retienen la licencia para las armas. Según la Policía, una persona que conduce bajo los efectos del alcohol pierde credibilidad y permitirle disponer de armas de fuego sería poner en peligro a toda la sociedad.
Los expertos afirman que las personas que tienen armas de fuego legales, cometen menos delitos en general. La Policía investigó unos 200 casos de esa índole durante el año pasado, lo que es menos del 1% de todos los actos criminales cometidos en 2012 en el país.