Bronislava Volková: “El exilio te cambia la vida”

Uno de los collages de Bronislava Volková

Con la excusa de la inauguración de una muestra de sus collages, hablamos con la destacada artista checa Bronislava Volková, que vivió cuatro décadas exiliada en Estados Unidos y lleva publicados doce libros de poesía, uno de los cuales fue elogiado nada menos que por Bohumil Hrabal.

La entrada al café donde se exponen sus obras | Foto: Juan Pablo Bertazza,  Radio Prague International

Se acaba de inaugurar en la cafetería Za školou de Praga 6 una exhibición de los interesantísimos collages de Bronislava Volková, una artista multidisciplinaria que, como no aceptó unirse al Partido Comunista, tuvo que exiliarse de su país y pasó cuatro décadas viviendo en Estados Unidos. Hasta el momento, lleva publicados doce libros de poesía que, además de haber sido traducidos a varios idiomas, ella misma se encarga de pasarlos al inglés y al ruso, ya que además es eslavista. Lo cierto es que si bien escribe poesía desde niña, sus collages llegaron bastante después, aunque reconoce que el deseo de hacerlos nació mucho antes.

“Siempre me han interesado los collages y, por ejemplo, en París me he encontrado con el autor visual Jiří Kolář y eso es algo que siempre ha estado en mi mente. Pero luego de que mi marido falleciera en 1999 empecé a asistir a un curso de collages que daba una mujer en Bloomington y ahí empecé a hacer collages que combinaba con poemas y libros como ilustraciones y, desde ese año, prácticamente todos mis libros tienen mis collages”

Bronislava Volková junto a sus collages | Foto: Juan Pablo Bertazza,  Radio Prague International

Es interesante pensar que quizás la experiencia en el exilio incidió, en cierta forma, en su interés en esas obras de arte visual que se basan en reunir elementos muy dispares. Ella misma considera que el gran nexo que existe entre sus poemas y sus collages es que trabaja ambas expresiones desde la subconsciencia, con mucha preponderancia de contenido onírico y combinando de manera inusual e impredecible mundos y paisajes imaginarios. Otro elemento fundamental de sus collages es, en su opinión, el contraste entre elementos de la naturaleza y recurrentes escenas urbanas.

El artista Jiří Kolář es uno de sus referentes | Foto: Juan Pablo Bertazza,  Radio Prague International

“Hay collages con un solo tema, pero me parece que la mayoría tiene más de una imagen central y algunas de esas imágenes son muy complejas, otros collages son muy abstractos y siempre son importantes los títulos”.

Ahí radica, justamente, la diferencia más notable entre los collages y los poemas ya que mientras en los primeros los títulos agregan un nivel más a la obra, acotan un poco el sentido y hasta funcionan como una especie de guía para poder hacer pie entre tantos estímulos visuales, la mayoría de sus poemas carecen de nombre y, por lo tanto, el lector tiene que completar el sentido sin contar con esa pista.

“Desde 1999, prácticamente todos mis libros tienen mis collages”.
Bronislava Volková

En todo caso, aquellos poemas que escribe sin prestar demasiada atención a la razón y a la lógica, y dejándose llevar, en cambio, por cuestiones más sensoriales como el ritmo y la melodía recibieron nada menos que los elogios de Bohumil Hrabal.

“Yo creo que estaba viviendo en Estados Unidos en el momento en que él escribió ese comentario, alguien probablemente le entregó mi primer libro de poemas y entonces él escribió un poquito al respecto”.

El largo viaje del exilio

Su ensayo sobre literatura del exilio | Foto: Juan Pablo Bertazza,  Radio Prague International

Al salir del país por no aceptar unirse al Partido Comunista, estuvo dos años en Colonia, Alemania. Luego, su marido, que era hispanista, decidió que lo mejor sería trasladarse a Estados Unidos porque, en su opinión, durante la década del setenta los departamentos de lenguas romances eran mucho más amplios en Estados Unidos que en Europa, donde el francés lo acaparaba todo. Por el contrario, el hecho de ser eslavista hizo que a ella le costara mucho más encontrar trabajo y, de hecho, cuenta que se postuló para enseñar en cuatro universidades y solo la aceptaron en Harvard, aunque solo por un año. Con el tiempo, no obstante, se terminaría ganando un puesto enseñando bohemística en la Universidad de Indiana, lo cual la ayudó mucho a atravesar el exilio.

“Fue bastante dramático, naturalmente, porque eso te cambia toda la vida y pierdes todo: pierdes gente, pierdes la lengua, posesiones, el país, varias posibilidades, es algo que no se puede contar”.

Sabiduría  (2017)  | Foto: Juan Pablo Bertazza,  Radio Prague International

Aunque la experiencia del exilio es, en algún punto, intransferible, ella misma escribió un ensayo sobre ese tema, centrándose en la literatura judía en alemán del siglo XX, donde no faltan, por supuesto, análisis de la obra de Franz Kafka. Por otro lado, también ha trabajado mucho, dentro del campo de la lingüística, en la semántica de las emociones en distintos idiomas como el ruso, el español y el checo. Es decir, cómo el lenguaje estructura distintos signos para expresar emoción: interjecciones como “ay” y “oh”, pero también otras modalidades como la repetición y el énfasis.

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“En mis collages siempre son importantes los títulos”.
Bronislava Volková

Dice Bronislava Volková que, a la hora de pensar en el exilio, hay algo que no se suele tener muy en cuenta y es el hecho de que no todas las personas tienen a mano la decisión de volver a vivir a su país natal cuando se termina aquello que los obligó a irse. En otras palabras, la decisión de volver a instalarse depende de muchos otros factores.

“Después de la Revolución de Terciopelo yo pude volver y volví mucho, cada año, pero no podía trabajar aquí porque eso era algo complicado para los que nos habíamos exiliado, y entonces me quedé en Bloomington para poder trabajar”.

Recuerda Volková que, al principio, la sensación era que durante treinta años nada había cambiado, pero a la vez tenía la hermosa convicción de sentirse otra vez en casa. Agrega que, en los años noventa, después de la Revolución de Terciopelo había una atmósfera muy especial que se disfrutaba mucho y, de a poco, empezaron a invitarla a clases, lecturas de poesía y exhibiciones. Lo cierto es que recién volvió a instalarse en Praga en el año 2018 y reconoce que, por momentos, se siente un poco dividida, como todas aquellas personas que pasaron por la experiencia de vivir lejos de casa.

Su antología poética publicada en Argentina | Foto: Juan Pablo Bertazza,  Radio Prague International

“Me parece que he vivido bastante en Estados Unidos, 42 años, ¡y eso es muchísimo, suficiente! ¡Y ahora vivo aquí de nuevo! Volví a Bloomington solo una vez por el covid, pero ahora voy a ir de nuevo porque en la Universidad de Indiana están preparando una exhibición grande sobre mi obra que se va a inaugurar en otoño”.

En lo que respecta al mundo hispano, Bronislava Volková lamenta no tener, por el momento, muchas conexiones. Sin embargo, sus ganas de empezar a difundir su obra en algunos de esos países eran tan fuertes que, luego de obtener una subvención de la Universidad de Indiana, decidió contactar a una editorial argentina que le terminó publicando una antología de todos sus libros de poemas. Es decir que, aunque nunca viajó allí, su poesía ya está circulando por ese país. Algo similar le ocurrió con Colombia: si bien fue invitada en dos oportunidades al prestigioso Festival de Poesía de Medellín, por culpa del Covid solo pudo participar leyendo sus poemas vía internet.

Bronislava Volková | Foto: Juan Pablo Bertazza,  Radio Prague International