¡Botas, el legendario calzado checo, vive!

Václav Staněk

A comienzos de 2023 parecía que la legendaria marca checa de zapatillas Botas iba a desaparecer. Su “competencia”, la empresa Vasky, sin embargo, consiguió salvarla con la ayuda de los propios checos.

Věra Čáslavská, Emil Zátopek o Jaromír Jágr son solo algunos de los deportistas checos a los que se les conocía por llevar los zapatos marca Botas. Durante la época comunista, sin embargo, las llevaba todo el mundo en Checoslovaquia.

La empresa fue fundada en 1949 bajo la marca Botana en la región de Skuteč, conocida por una larga tradición en la producción de calzado. En 1963 la compañía cambió su nombre a Botas (bota o zapato en checo con la letra “s” de Skuteč) y empezó a especializarse en el calzado deportivo. Precisamente fueron la llamadas “botasky” lo que llevaban los voleibolistas checoslovacos en las Olimpiadas de Tokio de 1964 donde ganaron la medalla de plata. Los zapatos de Botas consiguieron tener tanta fama que la palabra “botasky” se convirtió en checo en sinónimo de zapatillas en general.

Por todo eso sorprendió la noticia de comienzos de este año de que Botas había terminado la fabricación. Según el propietario, František Nestával, las razones fueron la subida del precio de las energías, la imposibilidad de exportar a Rusia y otros territorios afectados por la guerra en Ucrania y la falta de personal cualificado.

Según las palabras del alcalde de la ciudad de Skuteč, Jaroslav Hetfleiš, para la Radio Checa, el final de la marca significaba también el final de una larga tradición de calzado en la región.

“Si lo miramos desde el punto de vista histórico, la fabricación de zapatos en Skuteč es una tradición, Skuteč es una ciudad de calzado y de piedra. Si Botas termina, no es que solo unas 40, 50, 60 personas pierdan el empleo, sino que Skuteč pierde la tradición de la zapatería y la marca como tal”.

Foto: YouTube/Vasky

Ahora parece, sin embargo, que la marca Botas podría sobrevivir y eso gracias a Vasky, otra empresa checa de calzado, radicada en la ciudad de Zlín, la ciudad de Tomáš Baťa. El fundador de Vasky, Václav Staněk, no era capaz de aceptar el hecho de que la marca Botas desapareciera y por eso contactó a František Nestával, puso en marcha una gran campaña de promoción “Vasky, rebajas para Botas” e hizo una serie de vídeos de publicidad.

“Con el propietario de Botas encontramos rápidamente un lenguaje común ya que nuestro interés era que la marca icónica se siguiera fabricando en la República Checa y con la máxima calidad posible como lo hacemos en Vasky. Se nos abrió la posibilidad de comprar la marca pero no lo podemos hacer solos porque nos falta financiación. Sin embargo, tenemos muchos zapatos en los almacenes y por eso hacemos “Rebajas para Botas”. Necesitamos vender 8000 pares para poder salvar el símbolo de la zapatería checa. Confío en que juntos lo conseguiremos”.

Poniendo un descuento de hasta un 33%, Vasky consiguió vender los 8000 pares en una semana, entre el 13 y el 19 de marzo. Este domingo, por lo tanto, pudo comunicar en sus redes sociales la buena noticia de cumplir con su objetivo: “¡Lo conseguimos! La historia de Botas sigue”.

Según las reacciones de la sociedad checa, parece ser que la campaña de Vasky para Botas no era un proyecto solo de Staněk, sino de toda la sociedad checa. En las redes sociales de Vasky aparecían comentarios como “Está hecho, hay que ayudar, así que voy a comprar zapatos para toda la familia”, “Botas es el mejor calzado para el fútbol-tenis, otro mejor no existe”, o “Cruzo los dedos. Mi madre hacía los legendarios Botas. Yo de pequeña iba a visitarla a la fábrica. Era el año 1982”.

Los siguientes pasos de Staněk y Nestával están por verse. Puede que la fabricación de Botas se traslade a Zlín, pero incluso podría quedarse en la propia Skuteč. Una cosa está clara: la fabricación del calzado checo tiene unas raíces muy fuertes y bajo la marca Botas la tradición se seguirá cultivando también en el futuro.

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