Benátky na Jizerou, la Venecia checa
En esta edición de Radioviajes, nos desplazaremos al norte de la República Checa, a la cuenca del río Elba. Allí, a unos 40 kilómetros de Praga, se encuentra la ciudad de Benátky nad Jizerou, con la emblemática silueta de su palacio, la meta de nuestra visita.
La región, que cruza el río Elba, fue poblada ya desde tiempos remotos. Las leyendas sobre el origen de los checos narran que fue sobre el monte Ríp, situado en la cuenca de Elba, donde decidió el mítico Cech, o sea "Checo" en español, que su tribu de eslavos occidentales se asentaría en la zona.
La ciudad misma de Benátky nad Jizerou también recuerda los albores de la historia. Su parte más antigua, Staré Benátky, fue poblada ya en la Edad de Piedra.
Para entrar en la puerta que da entrada al recinto del palacio de Benátky nad Jizerou, debemos subir la cuesta en la que se extiende la parte nueva de la ciudad hasta lo más alto. Allí se halla la plaza mayor y cerca de ella el palacio.
Antes de continuar debemos decir que Benátky significa Venecia y "nad Jizerou" es "sobre el río Jizera". Según explicó la jefa del Museo Regional, Jana Vernerová, Benátky nad Jizerou no tiene nada en común con la Venecia de Italia.
Entremos pues al palacio de Benátky nad Jizerou. La ciudad misma surgió en 1944 con la unión de las aldeas Staré Benátky, Nové Benátky y Obodr, no obstante, el palacio fue edificado en la colina sobre el río Jizera mucho antes.
En el lugar del actual palacio primero había antes una iglesia para la aldea de Staré Benátky, y junto a la iglesia de la Asunción de Nuestra Señora fue edificado también un monasterio de la orden religiosa de San Ciríaco.
Los dos edificios los mandó a construir en la mitad del siglo XIV, Juan IV de Drazice que desempeñó un papel importante en la historia de Benátky nad Jizerou.
Durante las guerras husitas en el siglo XV el monasterio fue derribado y al pie de sus restos comenzó a elevarse el palacio. Jana Vernerová, jefa del Museo Regional de Benátky informó a Radio Praga sobre sus fundadores.
"Fueron los burgraves de Donín los que construyeron a principios del siglo XVI el palacio original, hoy en día el ala occidental que se reconoce por la decoración de los esgrafiados renacentistas. Resulta que los señores de Donín necesitaban una residencia más representativa que el castillo de Drazice".
A la época del renacentismo tardío corresponde también la estancia del famoso astrónomo danés Tico de Brahe en el palacio de Benátky nad Jizerou. El científico pidió al emperador Rodolfo II Habsburgo una residencia para poder continuar sus investigaciones.
Rodolfo le ofreció los palacios de Brandýs nad Labem, Lysá nad Labem y Benátky nad Jizerou, todos de la misma región. Tico de Brahe eligió el de Benátky y casi un año realizó allí sus observaciones de la bóveda celeste.
La estancia de Tico de Brahe dejó en Benátky nad Jizerou una particularidad astronómica, el meridiano de Benátky. Nos lo explicó Jana Vernerová, jefa del Museo Regional:
"El meridiano de Benátky nad Jizerou fue descubierto durante la reparación del palacio. Su posición la estipuló Tico de Brahe y lo colocó en el techo de una de las salas. Tras su descubrimiento fue instalado en el suelo para que se pueda admirar mejor".
Otro señor del palacio de Benátky nad Jizerou fue el general alemán Jan de Werth que adquirió el palacio por servicios prestados al emperador Ferdinando II. El señor de Werth construyó el ala norte del palacio en estilo barroco, pero no ganó buena fama entre sus súbditos. Al final fue envenenado por su propia esposa.
El aspecto actual del palacio de Benátky nad Jizerou se debe al conde de Schutzen que mandó a construir el ala sur con una torre. La misma se convirtió en el emblema del edificio y de toda la ciudad.
Hoy en día el palacio de Benátky nad Jizerou alberga dos museos. El Museo de Juguetes y el Museo Regional de Benátky nad Jizerou, una filial del museo de Mladá Boleslav, capital de la comarca.
Sus salas documentan la historia de la región y de la ciudad desde la Era prehistórica hasta la época moderna. Aquí los visitantes no se limitan a ver los objetos, la exposición ofrece también varios juegos interactivos relacionados con temas históricos.
Benátky nad Jizerou tiene también un rico pasado musical, ya que en la ciudad actuaron los miembros de la familia Benda. Los más famosos fueron los hermanos Frantisek y Jirí Antonín. Sobre este último nos habló Jana Vernerová, jefa del Museo Regional.
"Jirí Antonín inventó el género musical del melodrama que alterna la música con la palabra hablada. Compuso dos melodramas, "Ariadna en Naxo" y Medea" para una princesa prusiana que no podía cantar".
Otro genio musical que pasó por Benátky nad Jizerou fue Federico Smetana. El compositor checo llegó al palacio con el conde Thun-Hohenstein, que tenía allí su residencia veraniega. Federico Smetana, tras pasar un examen difícil, fue el maestro de música de los hijos del noble.
La ciudad de Benátky nad Jizerou sigue siendo un centro de actividades culturales hasta la actualidad. Este año se organiza la 45 edición de la revista cinematográfica "Benátky de cineastas aficionados".
Además, en el palacio tienen lugar exposiciones temporales de todo tipo y la tradición musical la representa la competición de baile la "Copa de Benátky". El ganador obtiene el título de maestro. Y los aficionados a la astronomía pueden visitar también un pequeño observatorio.
Estimados radioescuchas, aquí nos despedimos de Benátky nad Jizerou, una ciudad que acogió a grandes astrónomos y compositores.
