Artistas en la corte de Rodolfo II

Probablemente ya habrán oído,amigos oyentes,que la capital checa suele ser denominada "Praga de Oro". Este apodo le viene de la época del emperador Rodolfo II. El poeta Petr Capella de la ciudad de Hradec Králové escribió en aquel entonces un encomiástico poema dedicado a Rodolfo II, en el cual sostiene que en tiempos de la legendaria princesa Libuse Praga era una ciudad de madera, con el tiempo se convirtió en una ciudad de mármol..., pero... se convirtió en Praga de Oro cuando tú te asentaste en ella, oh Rodolfo," lisonjeaba al emperador. Rodolfo II y Praga es uno de los capítulos más interesantes de la historia checa.En esta edición de Legados del pasado- testimonios del presente les hablaremos, amigos oyentes, de los artistas de su corte praguense.

El propio Rodolfo II era un diestro pintor y dominaba hábilmente el oficio de la orfebrería. También sus conocimientos de la alquimia eran de alto nivel y el emperador participaba peronalmente en diversos experimentos. Por el contrario, el emperador se interesaba poco por la literatura. Y a pesar de tener en la corte una magnífica orquesta y un coro, Rodolfo II casi no soportaba la música. Al parecer, ello estaba relacionado con su desequilibrada psique, ya que cualquier ruído enervaba al emperador.

Los historiadores atribuyen los problemas psíquicos de Rodolfo II de Habsburgo a la nefasta influencia de su madre, la emperatriz María de España, hija de Carlos V y hermana de Felipe II. Era una mujer antipática, mojigata y agresivamente altanera. Rodolfo nació en 1522 como el tercer hijo de los quince que tuvieron María de España y Maxmiliano II. Rodolfo estaba predestinado desde su nacimiento a encabezar las posesiones de los Habsburgo y su educación provocaba disensiones entre las cortes de Viena y de Madrid. El tío del niño, Felipe II, daba a entender al padre de Rodolfo, Maxmiliano II, que no era lo suficientemente competente para asegurar la educación de su vástago. Y también María de España, insistía en que el niño abandonara Viena donde, a juicio de su madre española, corría el peligro de contagiarse con la doctrina protestante. Así, a pesar de la relutancia de su padre, Rodolfo fue llevado a la corte de Madrid para completar su educación. No cabe duda de que tanto las taras familiares de los Habsburgo como el carácter desabrido de su madre dejaron sus secuelas en el estado de la psique de Rodolfo II.

Sin embargo, los historiadores actuales rehabilitan ahora a Rodolfo II, quien fue presentado durante siglos como un loco y persona estrafalaria. Los análisis de la personalidad de Rodoflo II destacan que, en comparación con los nobles y monarcas de su época, Rodolfo II era un intelectual de altos vuelos. Muchos soberanos y aristócratas de aquel entonces se dedicaban al mecenazgo y al coleccionismo, ya que ello estaba de moda, pero les faltaba la seriedad y la pasión con que lo hacía el emperador Rodolfo II.

El interés de Rodolfo II por las artes se reflejaba, por ejemplo, en la selección de los cuadros para su galería, que llegó a contar con unas tres mil obras de arte. La singular colección con obras de Durero, El Bosco, Pietr Brueghel el Viejo, Leonardo, Tiziano, Raffael, Cranach y Tintoreto, revelaba los conceptos estéticos del coleccionista imperial. Es interesante que a Rodolfo le interesaba, además del arte renacentista, el de la Antiguedad, pero lo dejaba indiferente el arte románico y gótico. Rodolfo II respetaba las personalidades creadoras del dominio de las artes y de las ciencias...

...mientras que las fuentes informan que el emperador se portaba groseramente hacia los políticos, incluidos los nuncios apostólicos, expulsaba a sus funcionarios e incluso golpeaba a los criados. Sin embargo, las fuentes históricas no mencionan un único caso de que Rodolfo II así tratase a un artista o a un científico. Muchos de los miembros del colectivo artístico-científico que vivía en la corte praguense, por ejemplo los pintores Spranger y Hans von Aachen o el escultor de Vries, se mantenían como amigos íntimos del emperador cundo éste se negaba a recibir a otras personas.

En la corte praguense reinaba una libertad casi ilimitada para todo tipo de experimentos artísticos y científicos. En la Praga rudolfina se creaban, tres siglos antes de Pablo Picasso y Salvador Dalí, los primeros cuadros cubistas y surrealistas, en forma germinal se exploraban caminos novedosos de la pintura, que siglos más tarde desembocarían en el constructivismo, el arte pop y otras corrientes pictóricas de vanguardia.

Las osadas y novedosas creaciones plásticas de los artistas en la corte de Rodolfo II suelen ser denominadas con el nombre genérico de "manierismo". Este término surgió en el siglo 18, designando el estilo del período posterior a 1520, es decir, de los aproximadamente cien años que separan el Renacimiento culminante del inicio del Barroco. Durante mucho tiempo , el término "manierismo" tenía un matiz peyorativo. Tan sólo el siglo XX, que dio al mundo el arte moderno, comprende mejor la esencia creadora y experimental del arte manierista.

Los manieristas se aventuraban en los más audaces experimentos pictóricos:representaban objetos y figuras bajo formas geométricas cómo lo harían siglos más tarde los cubistas, pintaban sus visiones interiores y componían paisajes de piezas de máquinas.

Los manieristas y los demás artistas en la corte de Rodolfo II formaban un colectivo cosmopolita, en el cual predominaban los holandeses, pero había también alemanes y flamencos. De Italia eran oriundos la mayoría de los arquitectos imperiales. Entre los pintores destacaba por su creatividad el único italiano, Giuseppe Arcimboldo.

¿Cuáles fueron las figuras cimeras del manierismo praguense? Bartolomeo Spranger, el creador más importante del arte rudolfino y pintor de proyección europea. Artista favorito de Rodolfo II, a quien pintaba, además de alegorías y escenas mitológicas, también cuadros con temática erótica...

Giuseppe Arcimboldo, probablemente el pintor más original de la corte rudolfina, con el estilo más peculiar. Sus cuadros fantásticos compuestos de flores, animales, verduras y objetos son impresionantes aún hoy en día y llegaron a inspirar incluso a Salvador Dalí. Arcimboldo fue también organizador de fiestas de la corte, desempeñándose asimismo como diseñador de la indumentaria teatral, ingeniero, pirotécnico y músico.

Hans von Aachen fue un excelso retratista y el más laborioso de los pintores de la corte de Rodolfo II, ya que es autor de 35 cuadros. Von Aachen adquiría, por encargo del emperador, objetos de arte para las colecciones imperiales.

Egidius Sadeler fue el mejor grabador en cobre de Rodolfo II. El más célebre de sus grabados representa a Rodolfo II con la coraza y la corona de laurel. En realidad, el emperador nunca combatió en un campo de batalla. Sadeler hizo el grabado según el no menos célebre retrato de Hans von Aachen.

El escultor más destacado de la corte rudolfina fue Adrian de Vries. Para la corte trabajaron también el tallador de cristal, Gaspar Lehmann, tres talladores de piedras preciosas de la familia Miseroni y los orfebres Krystof Jamnitzer y Hans van Vermeyen.