¿Amenazada la libertad de expresión en la República Checa?

Algunos sectores de la sociedad checa dicen que una vez más la República Checa ve amenazada su libertad de expresión. Luego de que el semanario Respekt escribiera un artículo atacando al Gobierno checo, éste optó por declararle la guerra. En su publicación el semanario acusa al Gobierno de permitir la corrupción en el país, responsabilizando a varios ministros del Gabinete socialdemócrata, incluyendo al primer ministro, Milos Zeman.

El primer ministro sostiene que las acusaciones de Respekt carecen de fundamento y por eso anunció que iniciará un proceso judicial en contra de esa publicación y de su redactor en jefe y autor del artículo, Petr Holub, y quiere además reclamar una indemnización de 250 mil dólares por cada uno de los ministros afectados.

"Respekt debería desaparecer", sostuvo el primer ministro checo la semana pasada. Para Zeman este caso podría representar entonces una buena oportunidad para silenciar a la prensa opositora: en el caso de que un tribunal falle a favor del Gobierno y el semanario debiera indemnizar a cada ministro, éste dejaría de existir.

Sin embargo, esto ha despertado cierto malestar entre los propios ministros involucrados y muchos de ellos anunciaron que no reclamarán dicha indemnización. Al mismo tiempo Petr Holub decidió presentar una querella ante el Tribunal Constitucional, argumentando que la postura de Zeman contra el semanario representa una amenaza a las libertades de prensa y expresión en la República Checa. Petr Holub escribe que nos encontramos ante una situación similar a la de hace casi un año, cuando la Televisión Checa se vio expuesta a presiones políticas poniendo en peligro su independencia.

Petr Kuta, experto en temas jurídicos relacionados con los medios de comunicación, opina que el caso de Respekt no representa una amenaza a la libertad de expresión en la República Checa, sin embargo, esta situación podría volverse contra del Gobierno. "La Declaración Universal de los Derechos Humanos, en su artículo diecisiete, estipula que cada ser humano tiene derecho a expresar sus opiniones, lo que representa una garantía para la libertad de nuestra prensa", dijo Kuta.

Algunos políticos de la oposición invitaron al Gobierno a que en lugar de iniciar una campaña contra Respekt aproveche la oportunidad para demostrar públicamente sus avances en la lucha contra la corrupción. Sin embargo, la administración de Milos Zeman tendrá muchos problemas para demostrarlo. "El Gobierno perdió la batalla", señala Petr Holub en su artículo, basándose en los estudios de la organización no gubernamental Transparencia Internacional acerca del nivel de la corrupción en el año 2001.

Sin embargo, la opinión pública no es unánime: Stanislav Bren, estudiante de la Facultad de ciencias sociales de la Universidad Carolina de Praga, opina que no estamos ante un ataque contra la libertad de expresión. "Me parece hipócrita venderle a la población esta idea", sostiene Bren, explicando que en una sociedad libre como la checa, es legítimo defender nuestra dignidad en los tribunales y no a través de protestas o enfrentamientos como entonces con motivo de la crisis de la Televisión Checa.

"Es muy probable entonces que el semanario Respekt gane en los tribunales esta ridícula disputa, mientras que el Gobierno pasará una gran vergüenza", agrega el estudiante Stanislav Bren y sugiere que este proceso debería transcurrir sin pasiones y sin exhibicionismo ante la opinión pública.

Expertos checos opinan que, considerando que el próximo año habrá en el país elecciones parlamentarias, este caso podría ser utilizado por la oposición en contra de la gobernante Socialdemocracia.