Algunos escritores no supieron encarar el cambio político
Con el espacio, "Del Totalitarismo a la Democracia", Radio Praga trata de ofrecer un vistazo sobre lo que ha representado el proceso de transición en la República Checa. Creemos que éste encontrará radioescuchas también en Cuba, donde importantes sectores de la población se preparan para un proceso de cambio pacífico en la Isla. Hablamos en este programa con la traductora Anezka Charvatova, de la editorial Mlada Fronta, acerca del papel de los escritores en el proceso de transición en la República Checa.
¿Cómo compararía el mundo intelectual hoy en democracia, con el de antes de 1989, cuando muchos intelectuales estaban al servicio del régimen comunista?
"Bueno, no se puede hablar de que todos los intelectuales servían al régimen. Lo que había era una doble cultura intelectual. Estaba por un lado el grupo de escritores que tenían permitido publicar y por otro lado estaban los escritores prohibidos. También existía la llamada "zona gris", que estaba formada por escritores cuyas obras a veces se publicaban y otras veces eran censuradas. A esa zona pertenecía Bohumil Hrabal, entre otros escritores conocidos. Hrabal muchas veces debió autocensurar sus obras para poder lanzarlas en Checoslovaquia. También pudo publicar en el extranjero".
¿Qué ocurrió con los escritores inmediatamente después de ocurridos los cambios?
"Ocurrió lo mismo que tras la muerte de Franco en España, es decir, vino un período de gran destape. Se pudieron finalmente publicar obras de muchos escritores checoslovacos anteriormente prohibidos. La gente se juntaba por las noches a leer, se prestaban los libros. Eso funcionó muy bien a comienzos de los años noventa, cuando hubo un auge de editoriales, pequeñas, pero que vivían de eso, de publicar obras antes prohibidas. Desgraciadamente eso duro poco y la mayoría de esas casas editoriales desaparecieron. También desaparecieron las grandes editoriales de corte tradicional ya que no soportaron el cambio ni las nuevas condiciones económicas".
Durante este período de destape se publicaron muchos textos, obras, libros que se alejaban de la verdadera literatura, ¿Explica aquello la desaparición de casas editoriales y publicaciones?
"Resulta que al comienzo había mucho hambre por leer lo que anteriormente estaba prohibido. En ese momento se publicaban principalmente obras viejas, escritas durante los años negros y grises del comunismo. Estas obras se vendían muy bien al comienzo, pero después la gente se cansó de retomar siempre los mismos temas, volver siempre al pasado. Algunos de los escritores antes prohibidos hoy ya no se leen, no supieron encarar el cambio de clima y encontrar temas nuevos y atractivos para los lectores de hoy. Eso le pasa, por ejemplo, a Pavel Kohout, un escritor muy conocido que vive en Austria, cuyas obras se venden muy poco".
¿Y qué ocurrió con el paso de los años?
"Hay que decir que desde la mitad de los años noventa los checos ya no leen tanto como antes. Se han abierto nuevas posibilidades de viajar u otras actividades, mientras que antes la gente vivía en un mundo irreal y ficticio. Después del cambio, todo lo que antes se soñaba ahora se podía vivir".
Y los escritores que antes formaban parte de la disidencia, ¿siguieron escribiendo?, ¿qué papel desempeñaron en el proceso de transición?
"Casi todos los disidentes de los círculos intelectuales entraron en la política. Y los que quedaron al margen de la política siguieron publicando ensayos, comentarios, crónicas para opinar sobre los cambios. Los llamados "disidentes literarios" trataron de aplicar su visión, a veces idealistas surgidas durante los años de la disidencia. Pero casi la mayoría no supo interpretar bien este papel. Antes del 89 casi todos tenían la misma opinión, pero de pronto surgieron las diferencias; las grandes amistades, ese grupo compacto de disidentes de desmoronó. También hubo un desengaño grande sobre el mundo de la política... ya que no correspondía a lo que antes imaginaban".
¿Sirvió que los intelectuales entraran en la política para influir en la creación de leyes para una apertura más objetiva o de espacios para los intelectuales?
"Yo pienso que la apertura y la libertad de expresión no son una cuestión de leyes o determinan el que un escritor se pueda expresar libremente. Muchas de esas leyes existían bajo el comunismo, existían acuerdos como el de Helsinki, etc. Existía libertad de expresión, sólo que no se ponía en práctica. Es decir, no creo que haya un gran cambio de leyes. Lo que ocurrió es un cambio de la realidad, el país se democratizó".¿Hay algo que se les reprocha a los intelectuales que entraron en la política?
"Si, muchos les critican que no supieron hacer una política real, no supieron crear leyes y se portaron de manera un tanto idealista. A veces decían "no vamos a hacerles a ellos (los comunistas) lo que ellos nos hacían a nosotros" y de por eso se escaparon de la justicia muchos culpables de la opresión... y no no solamente intelectual, sino de la represión física, etc. sobre todo durante los años cincuenta".
Yo mencionaba la política y las leyes recordando un caso que para muchos resultó impensable en democracia. Me refiero a la prohibición en la República Checa del libro "Mi Lucha", de Adolfo Hitler. Muchos se cuestionaban si estabamos ante un caso de censura o si se había llegado realmente a un extremo y por eso no podía ser publicado.
"Es un tema difícil, sin solución. Aunque tampoco la tiene en países donde existe una tradición democrática mucho más larga. Yo personalmente opino que si se puede publicar ese libro, pero añadiendo un comentario. Y el errorque cometió el editor de "Mi Lucha" en la República Checa fue publicarlo sin ese comentario. Es sumamente difícil saber cuándo la publicación de un libro ataca a los valores de una persona. Yo pienso que incluso en democracia hay que poner ciertos límites que demarcan cuándo se atenta contra los valores humanos"
¿Cuál sería el límite en el caso de ese libro?
"Según lo que se ha comentado el límite fue precisamente que no se añadió ningún comentario y el editor lo pensó para sacarle provecho económico y no para entregar una información objetiva".
Estimados radioescuchas les invitamos a enviar sus comentarios y sugerencias sobre este nuevo espacio de Radio Praga, del "Totalitarismo a la Democracia" a la señas de siempre: Redacción Iberoamericana de Radio Praga, Codigo postal 12099 Praga, Rep. Checa, o en nuestra casilla de correo electrónico: [email protected].