Aeropuertos checos preparados para anular controles de pasaporte
Los aeropuertos internacionales checos anularán la noche del 29 al 30 de marzo los controles de pasaporte para los vuelos dentro del espacio Schengen. Desaparecerá así la última barrera que separaba a los checos de la absoluta libertad de circulación por la Europa comunitaria.
Para obtener el certificado para vuelos Schengen, los aeropuertos tuvieron que adoptar medidas para separar a las personas que viajen dentro del espacio comunitario y a los demás viajeros, indicó Jan Kučera, director del Inspectorado de la Policía de Extranjería, en el Aeropuerto Ruzyně.
“La condición principal era la de asegurar que las personas que vuelen a la República Checa desde los países no comunitarios no tengan acceso al espacio Schengen”, señaló Kučera.Los ciudadanos checos que vuelen a alguno de los 23 países de Schengen no necesitarán en el futuro el pasaporte. “Sin embargo, tendrán que probar su identidad al pasar por el chequeo y someterse a un control de seguridad antes de abordar un avión”, destacó la portavoz de la Policía de Extranjería, Kateřina Jirgesová.
La República Checa se sumó al Espacio Schengen de la Unión Europea el pasado 21 de diciembre. Tres meses después, no se han confirmado los temores de que la eliminación de las fronteras iba a aumentar la inmigración ilegal y la criminalidad en el país, según recalcó Jindřich Urban, director de la Policía de Extranjería.
“Desde el punto de vista de la seguridad, no hemos registrado cambio alguno, porque el número de inmigrantes que vienen a nuestro país o que pasan por el territorio checo no es tan elevado como antes”, sostuvo Urban.El Estado checo afronta actualmente otro problema. Tras el ingreso de la República en el espacio Schengen, centenares de edificios aduaneros quedaron abandonados en las fronteras del país.
Los inmuebles, cuyo valor total es de unos 140 millones de euros, están temporalmente bajo la administración de la Oficina para la Representación del Estado en Asuntos de Propiedad. A pesar de que varias personas y empresas mostraron su interés por dichos edificios, la normativa checa ordena ofrecerlos primero a organismos estatales.