Aerolíneas Checas sigue sangrando y sin tener comprador

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Falta un mes para la privatización de las Aerolíneas Checas (ČSA) y su Consejo de dirección busca medidas desesperadas para frenar el brusco hundimiento económico de la compañía.

Despidos masivos, venta de aeronaves y anulación de vuelos a distancia. Así podría ser el futuro cercano de las Aerolíneas Checas. La empresa ha acusado en el primer semestre de este año pérdidas por unos 70 millones de euros y su Consejo de dirección prepara un plan de rescate que cuenta con una radical reducción de gastos.

La medida es criticada por los pilotos de la compañía. En una carta dirigida al primer ministro, Jan Fischer, han expresado su preocupación y solicitado la destitución del presidente de la empresa, Radomír Lašák. El líder de la Asociación Checa de Pilotos, Filip Gaspar, resumió sus argumentos.

“La dirección planea vender los bienes de la compañía, reducir el número de vuelos y despedir a más de 800 empleados, todo esto en un momento en que la empresa comienza a recuperarse, registrando un leve aumento de pasajeros en las últimas semanas. El paso no nos parece adecuado”, recalcó Gaspar.

Los jefes de la empresa argumentan que sólo cumplen con los deseos del accionista mayoritario, el Estado. Su objetivo principal es mejorar el balance económico de la compañía antes de su planeada privatización, según subrayó el viceministro de Finanzas, Ivan Fuksa.

“El plan de rescate, presentado este lunes al Gobierno, es una reacción a la situación en la empresa y en el sector aéreo, en general. Además, las compañías interesadas en la compra de las Aerolíneas Checas han solicitado que adoptemos medidas oportunas cuanto antes”, señaló Fuksa.

La situación en torno a la venta de las Aerolíneas Checas tampoco es esperanzadora. Mientras que al principio abundaban interesados y el Estado checo podía dictar condiciones, ahora es todo lo contrario.

Después de que la empresa franco-holandesa Air France-KLM decidió retirarse del concurso la semana pasada, sólo queda un candidato, el consorcio Unimex Group-Travel Service. Los especialistas prevén que la privatización de la compañía, planeada para fines de septiembre, no se llevará a cabo mientras no mejore la situación en el sector aéreo a nivel mundial.