“A México y la República Checa nos une una larga amistad y respeto”
Cuando se cumplen cien años del establecimiento de relaciones diplomáticas entre México y Praga, el embajador de la República Checa en el país norteamericano, Zdeněk Kubánek, valoró su estado actual para Radio Praga Internacional y recordó algunos de los momentos más significativos del apoyo que siempre ha brindado México a Chequia.
Las relaciones diplomáticas entre México y la entonces Checoslovaquia se establecieron en 1922. Cien años después, estas no podrían atravesar mejor momento, considera el embajador de la República Checa en México, Zdeněk Kubánek.
“A México y la República Checa nos une una larga amistad y respeto. Este año tenemos una inmejorable oportunidad para reflexionar sobre los lazos que han unido a ambos países a lo largo de estos cien años porque en 1922 se establecieron las relaciones diplomáticas entre México y la República Checoslovaca. Las relaciones en la actualidad siguen siendo excelentes”.
Igual que México se distinguió en su apoyo a la España republicana y democrática frente al golpe franquista apoyado por la Alemania nazi y la Italia fascista, en aquel mismo periodo se solidarizó con la Checoslovaquia ocupada por el III Reich, recuerda Kubánek.
“El presidente Lázaro Cárdenas rechazó con firmeza la ocupación de Checoslovaquia por Hitler en 1939. Como símbolo de la solidaridad, una de las avenidas emblemáticas de la Ciudad de México recibió el nombre del presidente fundador de nuestro país, T. G. Masaryk”.
En 1942, México también fue uno de los primeros países del mundo en manifestar su solidaridad por la matanza en el pueblo checo de Lidice, con el que Hitler se vengó por el atentado contra Reinhard Heydrich en Praga. Ese mismo año, el pueblo de San Jerónimo, en la Alcaldía de la Magdalena Contreras, adoptó el nombre de San Jerónimo Lídice.
Un cuarto de siglo después, en plenas Olimpiadas de México ‘68, el apoyo mexicano a Checoslovaquia por la invasión soviética se personalizó en la mítica atleta Věra Čáslavská, heroína de aquellos Juegos. Su protesta silenciosa en el podio, le costó el fin súbito a la meteórica carrera de aquella plusmarquista mundial que hasta la fecha es la deportista checa que más medallas olímpicas ha conseguido en la historia. Su boda con otro miembro del equipo olímpico justo antes de regresar a Checoslovaquia en la Catedral Metroplitana del Distrito Federal, a la que acudieron decenas de miles de mexicanos, la convirtieron en “la novia de México”. Años después, desde el otro lado del Atlántico, siguieron con tristeza cómo Čáslavská se marchitaba en su país limpiando escaleras por negarse a retractarse de su condena a la invasión soviética, y México finalmente consiguió incluirla en una operación comercial con la URSS para que esta pudiera establecerse en el país americano y vivir libremente, trabajando en algo mucho más acorde a sus capacidades: enseñando gimnasia artística a niñas mexicanas.
El primer socio comercial de Chequia en Latinoamérica
Pero las estrechas relaciones entre México y Praga no solo se han basado en la defensa de los derechos humanos y la independencia. También hay un sólido componente económico que, especialmente en los últimos 20 años, se ha desarrollado de manera notable, cuenta el embajador Zdeněk Kubánek.
“México constituye actualmente el socio comercial más importante de la República Checa en América Latina y el segundo más importante en el continente americano, sólo después de los Estados Unidos de América. Nuestro comercio con México representa más de la mitad de las importaciones y exportaciones con los países de Centroamérica y Sudamérica. El año pasado, el volumen del intercambio comercial entre nuestros dos países aumentó a 1,8 billones de dólares, alcanzando, a pesar de la pandemia, su máximo histórico. En la actualidad, México cuenta con la presencia de aproximadamente 40 empresas checas. Cabe también destacar que México fue históricamente el primer inversionista latinoamericano en la economía checa”.
Algo que también se ha desarrollado significativamente en las últimas décadas es el turismo entre los dos países, y lo hace en ambas direcciones, ya que ambos cuentan con una rica cultura e historia que ofrecer, destaca Kubánek.
Desde la Embajada en México, Chequia cubre diplomáticamente a otros cinco países centroamericanos: Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Belice, en los que hay una red de cónsules honorarios. A pesar de no ser mercados comparables a México, Kubánek destaca los proyectos económicos y sociales checos en la región.
Volviendo a México, el embajador tampoco se olvidó de las actividades de la comunidad checa en el país.
“Calculamos que en México residen más de 500 checos. Entre las actividades profesionales de los checos que encontraron en México su segundo hogar prevalece la labor académica, la gerencia de empresas, el arte, la gastronomía y el turismo. El Ministerio de Educación de la República Checa registra 54 acuerdos de cooperación entre las universidades checas y mexicanas. El interés mutuo en cooperación académica e intercambio estudiantil trae cada año a México a decenas de estudiantes checos y mexicanos a Chequia”.
La comunidad en México cuenta además con distintas actividades e instituciones para mantener y difundir el legado cultural e histórico checo y fomentar los lazos de amistad. En mayo de 1999, se fundó la Asociación Checa T. G. Masaryk con el propósito de unir a los checos y simpatizantes de la República Checa. Entre las actividades de la Asociación destacan cada año la celebración del natalicio del presidente Masaryk con ofrendas florales, la Pascua checa con sus costumbres tradicionales y, en junio, la conmemoración de la matanza del pueblo de Lidice.