500 asteroides llevan nombres de personajes checos

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Quinientos asteroides llevan nombres de personajes checos. Sin embargo, tendrán que pasar por los menos 100 años hasta que un asteroide pueda ser bautizado con el nombre del checo más ilustre de la actualidad, Václav Havel. Los políticos contemporáneos tienen vedado el acceso al cosmos

Los astrónomos checos figuran entre los descubridores más exitosos de asteroides. En el sistema solar giran unos 500 asteroides descubiertos por científicos checos y muchos de ellos llevan nombres de célebres personalidades de la historia checa y del presente. Cada astrónomo que descubre un nuevo asteroide tiene el derecho de bautizarlo con el nombre que considere conveniente.

El personaje ficticio Jára Cimrman ya tiene su asteroide al igual que los populares personajes del teatro de marionetas, el papá Spejbl y su travieso hijo Hurvínek. Entretanto, Václav Havel, persona emblemática de la lucha contra el totalitarismo, no se ha inmortalizado todavía en el cosmos.

Tampoco tienen su asteroide el caudillo husita, Juan Zizka y el presidente Edvard Benes. La razón es sencilla...

La comisión astronómica internacional, integrada por trece miembros, que aprueba la atribución de los nombres, insiste en que al firmamento no pertenecen nombres de políticos y o de personalidades relacionadas con acciones militares.

El guerrero Juan Zizka tiene derecho a estar en el cosmos
Según la astrónoma checa Jana Tichá, se aplica la regla de que un asteroide puede ser bautizado con el nombre de un político tan sólo cien años después de su muerte. Los nombres se atribuyen a título perpetuo. En el cosmos no debe ocurrir lo que pasa frecuentemente con las calles checas que mudan de nombre con cada cambio del régimen político.

Jana Tichá es la históricamente primera representante de la República Checa en la comisión internacional que oficializa los nombres de los asteroides. Sin embargo, su pertenencia al prestigioso órgano astronómico no puede acelerar el camino de Václav Havel al espacio. Es verdad que Havel podría penetrar en el cosmos a título de dramaturgo, pero Jana Tichá no considera decorosa tal coartada.

Sin embargo, algunos checos relacionados con la política ya tienen sus asteroides, como, por ejemplo, el primer presidente checoslovaco, Tomás Garrigue Masaryk, y el estudiante Jan Palach que se autoinmoló en 1969 en protesta contra la ocupación soviética de Checoslovaquia.

Ello se debió a la extraordinaria autoridad del internacionalmente reconocido astrónomo checo Lubos Kohoutek que descubrió los mencionados asteroides. La comunidad científica internacional consideró que en ambos casos se trataba más bien de un homenaje al pueblo checoslovaco que de símbolos políticos.

Entre las personalidades checas que tienen su asteroide en el espacio figuran, entre otros, el rey checo y emperador romano germano, Carlos IV, el predicador Juan Hus, la escritora Bozena Nemcová, así como el legendario portero de hockey sobre sobre hielo Dominik Hasek y la cantante Dagmar Pecková.

Gracias a los astrónomos checos tiene su asteroide también James Bond. La historia es curiosa:El 5 de octubre de 1983 el astrónomo checo Antonín Mrkos descubrió en el observatorio de Klet, en Bohemia del Sur, el asteroide Nro.9007, pero no le dio nombre.

La sucesora de Antonín Mrkos en dicho observatorio, Jana Tichá, se encargó de poner todo en orden y propuso a la comisión astronómica internacional que el cuerpo celeste Nro.9007 llevase el nombre de James Bond.

La comisión aceptó unánimente la propuesta de la astrónoma checa, aunque ello supuso hacer una excepción. Es que el nombre de un asteroide generalmente no puede componerse de dos palabras ya que ello provocaría desorden en las bases de datos. Sin embargo, por tratarse de James Bond, los astrónomos hicieron la excepción.