2002: Un año bueno para la economía checa

El inicio del año 2002 inspiró a los economistas checos a pronosticar el desarrollo económico de este país. La mayoría coincide en que será un año bueno y tranquilo, sin vaivenes significativos.

Martin Kupka, del grupo financiero Patria, apunta que perdurarán las tendencias del año pasado, o sea que aunque los precios crecerán levemente, la inflación oscilará en torno al cuatro por ciento. A pesar de la desaceleración económica mundial, provocada por los ataques terroristas del once de septiembre, la economía checa crecerá en el tres por ciento, lo que traerá también un aumento salarial.

Señor Kupka, ¿de qué manera depende la economía checa del desarrollo económico de la Unión Europea?

"La República Checa es un país que tradicionalmente exporta la gran parte de lo que produce. Y si en uno de sus mayores socios comerciales, que es la Unión Europea, sobre todo Alemania, se registra una desaceleración económica que hace disminuir, entre otras cosas, la demanda por los artículos importados, se ven afectadas, lógicamente, las exportaciones checas. También una corona muy fuerte complica la exportación, ya que encarece los productos checos en el extranjero".

Por otro lado, el economista checo señala que la afluencia de inversiones extranjeras contribuye al crecimiento de la productividad y la competitividad, contrarrestando así los efectos negativos del fortalecimiento de la corona y la desaceleración económica, dos factores que influyen negativamente sobre la exportación checa.

En lo que al desempleo se refiere, Martin Kupka advierte que el problema seguirá siendo su carácter estructural.

"El desempleo oscila en este país entre el ocho y el nueve por ciento, lo que no es, a escala mundial, una cifra nada dramática. Hay regiones, tales como Praga y Bohemia Central, en las que el desempleo difícilmente se puede calificar de un problema serio, alcanzando apenas el cuatro por ciento. Sin embargo, hay otras regiones donde el paro sobrepasa el 20 por ciento y constituye un grave problema económico y social".

Martin Kupka saluda por ello cada inversión que afluye a esas regiones. "Los incentivos a los empresarios para que inviertan precisamente en las regiones con altas tazas de desempleo es la única solución", subraya el economista checo.