Zuzana Michnová: La reina del folkrock checo
Cantante, compositora, letrista. Zuzana Michnová es una de las figuras más destacadas del folkrock checo. Su nombre está vinculado estrechamente con el grupo Marsyas, que actualmente prepara un nuevo álbum que recogerá sus presentaciones al público de hace 30 años.
Zuzana Michnová nació en una familia de músicos. Su padre tocaba todo tipo de instrumentos y su madre le acompañaba cantando. Para Zuzana fue entonces natural dedicarse a la música. “Fue mi mamá quien me obligó a pagarme dos años de cursos de canto después del bachillerato“, confesó Michnová en una entrevista para la revista Marianne.
A los 12 años empezó a cantar en un coro, más tarde actuó en una orquesta de baile y en un grupo de rock. En 1971 formó un trío folk con el cantante Jiří Jeřábek y el guitarrista Petr Kalandra. Dos años más tarde fundaron el grupo Marsyas.
Marsyas se creó en un ambiente en que florecía el folkrock, en los años 60. Entre los artistas que le sirvieron de inspiración destacan los nombres de Bob Dylan, James Tailor y Cat Stevens.
Al tiempo que cambiaban los miembros del grupo, también se modificaba el estilo de música que tocaban. Además de folk y rock, sus canciones tienen rastros de blues, reggae y country.
Zuzana Michnová ha sido miembro permanente de Marsyas desde su fundación en 1973 hasta hoy día. Según ella, ser una cantante de rock no es sólo cantarlo, sino vivirlo. “Es todo un estilo de vida que supone cierta libertad de opinión y una pizca de irregularidad, pero nada de improvisaciones”, sostiene Michnová.
Según la intérprete, un buen cantante de rock no necesita improvisar nunca, puesto que la música la lleva adentro. “Es como estar embarazada o no”, dice Michnová.
La única mujer del grupo no sacrificó su carrera musical a la vida familiar y su amor lo repartía equitativamente entre su marido, sus dos hijos y la música. Según la cantante es posible conciliar el trabajo y la familia, pero depende mucho de la pareja y de su tolerancia.
Zuzana Michnová no oculta su afecto a los objetos y confiesa creer absolutamente en su poder. Dice que los estadounidenses han revelado hace poco lo que ella supo desde pequeña: “Si uno mira al espejo su imagen se queda grabada allí para siempre”.
Sin embargo, hay una cosa que le pone la piel de gallina: los botones. Michnová confiesa sufrir una verdadera fobia contra esas pequeñas ruedecillas que muchas personas coleccionan, porque creen que les van a traer suerte.“Los botones me provocan náuseas y cuando veo un hilo que quedó de un botón arrancado, tengo ganas de vomitar”, dice la cantante.
Además de cantar, Michnová también escribe letras de canciones. Empezó en los años 70, poco después de la fundación de Marsyas, y cuando en 1978 abandonó el grupo el músico Oskar Petr, Michnová se convirtió en la principal letrista de Marsyas.
A lo largo de su historia, el grupo publicó tan sólo cinco álbumes y unos cuantos sencillos. El último, una recopilación titulada Marsyas 1978-2004, salió en 2004, tras una pausa de 16 años, y ofreció al público una selección de 18 canciones antiguas más una nueva.
Dieciséis años es un reposo bastante largo en la historia de un grupo y cinco álbumes tampoco es mucho. Algunos ya pensaron que sus “quince minutos de fama“ se habían acabado y que Marsyas estaba condenado a ser olvidado por completo.
Sin embargo el nuevo single, “Tierra de los Boyos”, que se refiere a una tribu celta, así como una serie de conciertos que siguieron la edición del último álbum, demostraron que el grupo sigue sano y salvo.
Actualmente Marsyas prepara para sus seguidores otra mirada hacia atrás, un álbum que recogerá lo mejor de sus presentaciones al público de hace 30 años. Parece que en el caso de Marsyas más vale la calidad que la cantidad.