Visados más sencillos pero más duros para entrar en la República Checa

Jan Kohout, foto: ČTK

El Ministerio de Relaciones Exteriores checo ha estrenado un nuevo sistema de solicitud de visados para los inmigrantes de 16 países de Europa del Este, Asia y África. El llamado Visapoint tiene como objetivo reducir las prácticas mafiosas y simplificar los trámites. Al mismo tiempo, los solicitantes de ciertos países habrán de presentar un certificado de salud.

Jan Kohout,  foto: ČTK
El Visapoint es un sencillo sistema para solicitar por Internet el visado necesario para trabajar o estudiar en la República Checa, sin necesidad de acudir a la embajada ni presentar papeles. De momento, el proyecto se ha puesto en marcha para los 16 países más problemáticos, entre los que se encuentran Vietnam y Ucrania.

Para el ministro de Relaciones Exteriores checo, Jan Kohout, el Visapoint supone un paso adelante.

“Se trata de un nuevo sistema totalmente limpio, transparente e imposible de manipular. Limita las posibilidades de que se dé corrupción, no las elimina pero las reduce al mínimo”, afirmó Kohout.

Y es que una de las mayores lastras del sistema checo de obtención de visados es la existencia de mafias que hacen de intermediarias entre los solicitantes y la embajada. El mayor escándalo se dio en Vietnam, donde durante un tiempo el Ministerio canceló la expedición de visados, al comprobar que todo el sistema estaba adulterado.

Jan Kohout,  foto: ČTK
Así lo explica el vicepresidente de la Asociación de Vietnamitas de la República Checa, Tran Quang Hung.

“Para conseguir el visado, uno tiene que hacerlo a través de las empresas intermediarias, que seleccionan al que paga más, y no al que tiene mayor cualificación profesional. El precio oscila entre 8.000 y 10.000 dólares”, explicó Hung.

Las nuevas disposiciones del Ministerio no consisten solo en una simplificación de los trámites. Los inmigrantes de Vietnam, Kenia, Moldavia, Ucrania y otros países, han de presentar un certificado médico que asegure que no padecen tuberculosis, sífilis ni SIDA.

Los sindicatos advierten que, puesto que la revisión tendrá lugar en los países de origen, podría ser más fácil sobornar a los médicos o falsificar el documento.