Un trabajo sobre el destierro de Unamuno, premio iberoamericano 2006
Cada año se entregan en Praga los premios iberoamericanos, concebidos para recompensar a los estudiantes checos que presentan trabajos sobre algún aspecto de la cultura de los países de habla hispana y portuguesa. Este año el premio fue para un estudiante de la Universidad Carolina.
Según indicó Juan Eduardo Fleming, embajador de Argentina, han sido muchos los trabajos que se han presentado, de manera que, si el año pasado tan sólo fueron 10 los premiados, este año la cifra ha ascendido a 25, lo que muestra un mayor interés en la cultura de los países iberoamericanos.
"La selección de los premiados no ha sido fácil, todos son trabajos estupendos, muy serios en su preparación. Algunos algo extensos en su presentación, otros algo breves en sus conclusiones, pero todos de gran calidad", comentó el embajador.
El primer premio de esta edición fue para Karel Smékal, un estudiante de la Universidad Carolina de Praga, por su trabajo titulado "Don Miguel en Fuerteventura, una reflexión sobre la estancia de don Miguel de Unamuno en Fuerteventura durante su destierro en 1924".Según comentó el estudiante, se trata de un trabajo muy peculiar ya que está escrito en primera persona, con lo que fue el mismo Smékal el que adoptó la personalidad de Unamuno para exponer sus sentimientos durante su etapa de destierro en las Islas Canarias.
"La mayor particularidad es la forma del trabajo porque está escrito en primera persona, entonces como digo es el mismo Unamuno quien... no lo ha escrito, yo lo he escrito en vez de él, o lo he intentado.. eso claro que era la cosa más difícil, intentar entender qué podría sentir, qué podría pensar Miguel de Unamuno durante esa situación tan grave, durante su destierro. Pues lo intenté y espero que un poco bien al menos."
El estudiante explicó que escribió su trabajo durante el año pasado, aprovechando su estancia de un año en Madrid por medio de la beca Erasmus. A lo largo del curso Smékal leyó varias obras del peculiar escritor, y accedió en varias ocasiones al Archivo de Salamanca para completar su trabajo. Finalmente lo presentó convencido de que optaría al tercer puesto como máximo. Sin embargo, el martes pasado Smékal se alzó con el máximo galardón del premio iberoamericano.