Un gigante de 30 metros invita a jugar y conocer a Podještědí
Diversión y conocimiento es lo que ofrece un nuevo parque forestal, situado en el municipio de Světlá pod Ještědem, en el norte de Bohemia. Este lugar rodeado de leyendas está vigilado por el gigante Máza, cuya misión es asustar a los transeúntes.
Precisamente estos mitos inspiraron el surgimiento del nuevo parque de ocio forestal Horka, que está instalado en medio de un bosque bajo del majestuoso monte de Ještěd, según explicó a la Radiodifusión Checa el autor del proyecto, Miloš Vajner.
“La idea se basa en la leyenda sobre dos gigantes que habían decidido levantar en esta zona una colina, hoy conocida como la Colina de Máza (Mázův vrch). Cuando se les acabaron las piedras, empezaron a robar el basalto que pertenecía a unos diablos locales. Éstos se enojaron, y hechizaron a uno de los gigantes para que se durmiera”.
“Al gigante se le implantarán unos sensores dentro de las orejas. Cuando le gritan algo, Máza contestará con una serie de frases. Se le implantará asimismo un sensor de movimiento, así que la gente que pase a su lado escuchará ronquidos y chasquidos, como si se estuviera despertando”.
La misión clave del gigante Máza es vigilar un territorio cuyo tamaño es de aproximadamente 13 campos de fútbol. El parque forestal ofrece atracciones de madera para niños, como un castillo, paredes para trepar con cuerdas o un laberinto de píceas.
“Actualmente tenemos listo un sendero inspirado en cuentos de hadas, otro etnográfico para conocer la fauna y flora local, y el último se compone de cifras misteriosas y tareas que permiten practicar juegos de combate”.
La otra fase de extensión de Horka cuenta con la construcción de un mirador, un anfiteatro y un restaurante, entre otras instalaciones de ocio. La entrada al parque es gratuita.
El misterio del Muro de Diablo
“El Muro de Diablo surgió de una brecha formada dentro de piedra arenisca, procedente de la época del Terciario. Está cubierta con basalto”.
Originalmente, la longitud del macizo llegaba a más de 20 kilómetros y su altura hasta 8 metros. Hoy día quedan de la pared de basalto solamente restos, ya que en el pasado sirvió de fuente de material para construir carreteras. A partir de mediados del siglo XX, el macizo fue declarado Monumento Natural Nacional.
Por su parte, el historiador Václav Hájek de Libočany sostuvo en su crónica del siglo XV que el muro había sido construido por orden de un príncipe premislita como protección ante sus enemigos.
Acceder tanto al Muro de Diablo, así como al parque forestal de Horka, es posible del cercano municipio de Český Dub que está situado a 4 kilómetros. En su museo municipal pueden ver un tesoro de plata del siglo XVIII, que fue encontrado en cercanías del Muro de Diablo.
